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「ᴄʜᴏɪ ʏᴇᴏɴᴊᴜɴ」

Las incontables gotas caían sobre mi piel que ya se encontraba algo rojiza por la temperatura del agua que nos empapaba a ambos. Cerré los ojos pues sentí mis pestañas algo pesadas a causa del líquido sobre ellas que me impedía mantener los ojos abiertos.

— ¿Te gusta, Hyung? — me preguntó en un susurro que me erizó la piel, SooBin tiene una voz muy bonita, que en todo momento lograba endulzar mis sentidos. Sin importar la hora o el día, SooBin con algo tan pequeño como lo es hablarme lograba enamorarme aún más.

Asentí con la cabeza y un pequeño sonido de afirmación escapó de mis labios — Huele a ti, a vainilla suave ¿Sabes? — formé una pequeña sonrisa sin poder evitarlo, sus caricias sobre mi cabello eran tan suaves que me daban sueño a pesar de haber despertado bastante tarde — Tu aroma es muy varonil, pero no es nada intenso, sin embargo... cuando huelo tu cabello siempre huele a vainilla y eso me encanta —

Me giré haciendo que deje de masajear con cuidado mi cabello, para así poder abrazarlo. Dejé que mi cabeza descansara sobre su hombro y él no tardó en corresponderme, dejando nuestros mojados cuerpos pegados el uno con el otro, y ahora mismo podría jurar que a pesar de tener cada parte de su cuerpo pegada al mío, aún así lo deseaba aún más cerca.

— Se suponía que esto debía de ser rápido, cariño... ¿No crees que deberíamos de apurarnos y salir? Tus padres podrían darse cuenta si tardamos mucho más — él negó con la cabeza antes de hacer un pequeño berrinche, me abrazó con más fuerza y sin poder evitarlo, me sentí seguro.

SooBin siempre está danzando en mi cabeza, día y noche, haciendo una selección de recuerdos para mí... pero no está solo. Cada noche extiende la mano esperando que él la tome para así poder invitarlo a pasar un momento precioso, uno en el que la música sea el latir de sus corazones y la brisa acompañada de los pequeños copos que envuelven su cuerpo mientras que la soledad es el mejor público para el que les ha tocado interpretar su amor.

Porque allí donde quiero estar, donde sus sonrisas me inviten a bailar.

Ellos tienen unas sonrisas tan dulces que cada vez que los miro puedo saber que ellos no necesitan ponerle un poco de azúcar al café que está impregnado en sus ojos. Un dulce café que quita el cansancio; un dulce café que provoca insomnio.

— Solo quiero abrazarte un ratito más, Hyung...— él escondió su rostro en la curvatura de mi cuello mientras que yo dirigí mi mano a su cabello mojado para acariciarlo — Me siento bien cuando estoy en tus brazos, me siento como en casa, Junnie, eres lo mejor que me pasó... lamento todo lo que te he hecho pasar hace un tiempo —

Con un beso logré que guardara silencio — No hace falta que te sigas disculpando, ya hemos dejado todo en claro, cariño, prefiero escucharte decir que me amas antes de rogarme porque te perdone —

Sentí como golpeaba levemente mi hombro de manera juguetona, mordí mi labio para retener una risa que quería escaparse — Tampoco te rogué, tonto — se apartó un poco para cruzarse de brazos.

Me encargué de terminar de enjuagar el acondicionador que aún quedaba en pequeñas cantidades sobre mi cabello — Si claro, y yo no soy lo más hermoso que vieron tus ojos, Choi SooBin — contraataque con el sarcasmo siendo palpable en mi voz.

SooBin elevó un poco el tono de su voz mientras que me reclamaba e intentaba contradecirme, mientras que esto sucedía me salí de la ducha para poder tomar una toalla que pudiera secar todas y cada una de las gotas de agua que corrían por todo mi cuerpo.

— Baja la voz, Choi SooBin, no creo que te guste que tus padres homofóbicos te encuentren desnudo con tu novio en el baño ¿Me equivoco, darling? — le lancé un pequeño beso que voló hacia su mejilla antes de salir del baño con la toalla rodeando mi cintura.

𝐃𝐈𝐅𝐅𝐄𝐑𝐄𝐍𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄  ⁞  soojunkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora