[4] Viejas costumbres

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Castiel

Al entrar al salón me esperaba varios escenarios. El primero, uno con rostros conocidos, pero no el de ella.
El segundo, verla a ella nomás entrar al salón.

Y pues, fué el segundo combinado con el primero y con algunos detalles extras.
Quizá esos detalles eran algo importantes, considerando que quien era mi mejor amigo parecía en un sueño de color rosa bajo el tacto de Celeste, quién por otro lado parece haber quedado en pausa.

Y no me deja indiferente.
Aunque quiera negarlo, me estruja el corazón verla así.
Su mirada habla por ella.
Confusión, tristeza, pero sobre todo... Rabia.
Pero hay cosas diferentes, tal vez antes de todo esto, me habría reído de tu patético rostro.
Pero ahora, me siento un poco más pequeño ante su mirada.

Incómodo me dispongo a buscar un sitio libre que no sea el que está en la mesa de al lado de ella.
Para mí mala suerte es el único que hay.

— Está alargando mucho esto, jóven Castiel.

Ruedo los ojos antes de avanzar ante ese maldito asiento. Ni siquiera me había fijado quién ocupada el de al lado en esa misma mesa.

Cierto castaño que me mira con recelo es el elegido.

— Lo siento niño, no me interesan los hombres

Expreso con desinterés ante su molesta mirada. Yo me concentro en un punto en la nada mientras mi vista periférica me permite notar como el ambiente en esta esquina ha cambiado significativamente desde que entré por esa puerta.

No sé si esto va a ser divertido o irritante.

(...)

Quizá debí haber convencido a la directora de venir solo a la entrega de papeles, me ahorraría todas éstas estupideces.

Aunque también... Fuí yo quien decidió regresar a... ¿Molestar?
Sólo me quiero redimir, quiero dejar todo claro para poder dormir tranquilo.
No creo avanzar mucho al respecto durmiendo bajo mi árbol, pero es el primer día, espero me perdonen por ser un "sinvergüenza".

— Castiel

Vaya, esto no me lo había imaginado.
Abro lentamente mis ojos.

— Anda, me esperaba cualquier cosa menos tú siendo el primero en venir, Lysandro.

No logro descifrar su mirada, nunca lo he logrado y ahora, muchísimo menos.
No me muevo de mi cómoda posición recostado en el césped, pero si veo a Lysandro sentarse a mi lado.

— Llegué a pensar que te habías mudado de continente.

— ¿Sí? Pues nunca recibí llamadas de nadie interesado en mi paradero.

Su rostro permanece imperturbable, transmite tanta maldita paz mental. ¿Algo puede realmente molestar a este chico?

Si... Hay algo

— ¿Qué fué de Celeste? ¿Lysandro?

Bingo

Su intento en vano de disimular su ceño fruncido y su actitud a la defensiva me resulta interesante.

— Creo que realmente no te interesa.

— Yo creo que sí, por algo te he preguntado.

Tomo su silencio como una advertencia, pero igual la ignoro.

— No me sorprende, incluso yo había caído como un idiota ante sus encantos, será peligroso que algo así vuelva a pasar.

— Estás metiéndote en terreno que no debes

Me gusta la severidad en su forma de hablar.

— ¿Quién traicionó primero a quién Lysandro?

— ¡Para de una vez! No la conoces, nunca la trataste con el respeto que se merecía, la humillaste, le diste esperanzas y luego la hiciste llorar, eres un idiota que no la merece y me encargaré de cuidar que no tenga que volver a cruzarse contigo.

Vaya... Realmente lo he hecho enojar.
Agarra y suelta aire como un toro.
Quizá si la ama más de lo que yo pude haberla amado.

Igual la figura detrás de él no tarde en hacerse notar.

— Puedo elegir perfectamente ignorar a alguien que no vale la pena Lysandro, y tú también, no caigas ante sus provocaciones, eres mucho más que eso.

Lysandro se sorprende, mientras yo no despego mis ojos de su rostro.

Luce tan hermosa como el día que todo se fué a la mierda.
Sus ojos amarillos, su cabello castaño ondeando, rojo por el reflejo del sol.
Creo que nunca la había visto tan linda.

El peliblanco se separa de mí, una palabra más por mi parte y esto habría terminado mal. Celeste solo me mira con asco y desprecio, pero aún así, me mira. Mientras espera a que Lysandro la acompañe, de regreso al interior del edificio imagino.

Entonces él obedece volviendo a su usual rostro imperturbable.
No sé cómo sentirme después de lograr hacerlo reaccionar a mis venenosos encantos.

Entonces sin más, se van.

En un suspiro dejo salir toda la tensión que acumulé mientras miraba a Celeste.
No es tan fácil.
No es tan fácil disculparme con ella.
No es tan fácil hablarle.
Será muy difícil hacerlo mientras en el fondo me muero por ella.
Sobre todo si tengo que ver a Lysandro con ella, si fuera cualquier otro no me importaría hacer un intento por ser alguien digno de ella.
Pero es Lysandro, y no puedo hacerle eso.

Mierda, me ha tocado el peor escenario, peor de lo que imaginé que podría ser.

¿Actualicé dos capítulos seguidos? Koooooooomooooo
Espero les haya gustado, si así fué les agradezco su estrellita jdbdjdhs gracias por leer <3

Cambiamos Los Dos [Fanfic CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora