Parasomnia || GgukJin ✔️

Number Two.

Vamos, sólo toca la puerta, sólo toca la maldita puerta. Sólo es Jungkook, que una noche de sexo no cambie nada, o por lo menos no mucho. ¿Cuántas posibilidades hay de que Jungkook no me quiera explicar? No muchas. Supongo.  

Bien.   

Alcé mi brazo para así tocar la puerta de la casa, esperando por alguna respuesta. ¿Cómo se supone que deba actuar ahora? me parece imposible que actúe normal, es decir como siempre, porque, bueno, tuvimos sexo, eso no es normal. Tal vez deba actuar neutral, o enojado... ¿enojado neutral? Un punto medio, sí, eso suena mejor. Le reclamaré y lo odiaré por el momento, después esperaré a que las cosas se relajen un poco, aunque no estoy seguro de que forma las cosas podrían relajarse, la friendzone nunca fue lo mío. A duras penas conseguía citas, chicas, claro. Los hombres en la vida me habían pasado por la mente. Hasta... hasta que pasó, lo que pasó. Eso, sí.    

Dejé mis pensamientos cuando la puerta se abrió y Jeongguk apareció frente a mí. ¿Por qué hasta ahora es que noto lo atractivo que es? Ah, sí, soy gay desde aquella noche, ya lo recordé.   

—Hola, Seokjin —se corrió, dejándome pasar, para cerrar la puerta detrás de mí. Miré a mi alrededor, buscando a su hermana, o alguna señal de su mamá, o cualquier persona, pero al parecer no había nadie.   

—¿Estás solo? —inquirí cauteloso. Jeongguk alzó una ceja con una sonrisa burlona.  

—Sí... —contestó, casi en un tono interrogativo. Bien, es el momento.   

—¡Eres un puto enfermo! ¿por qué dejaste que, hiciéramos, eso que... No hacen los amigos, imbécil... Eres, somos... Tú... —debí haber ordenado mejor mis ideas antes de abrir la boca.   

Oh, es que las cosas suenan tan bien cuando las pienso en mi cabeza, y al momento de decirlas, todo es tan mierda.  

Jungkook alzó sus manos en señal de que me detuviera.   

—Tú también pudiste detenerlo... Y no lo hiciste —se defendió.  

—¡Era de noche, pensé que eras un ladrón, no tenía saldo, tu debías morir primero, gemías "Seokjin" llegaste al cuarto y me atacaste! ¡No sabía cómo! —Jungkook entrecerró sus ojos y se cruzó de brazos con una sonrisa.  

Claro pareciera que la situación le divertía.   

—¿Qué tal si escuchaste mal y en realidad estaba diciendo Seokmin en lugar de Seokjin?   

¿Qué?   

¿Seokmin? ¿El teñido de rubio y azul, girafa, feo, con problemas de pronunciación? ¡Soy mejor que eso! Sí, a veces me trabo igual, y digo estupideces, pero, vamos que yo lo escuché decir Seokjin y no Seokmin.    

—Estás de broma, era yo, ¿no? Te escuché perfectamente, ¿cómo Seokmin? ¡Joder, soy mejor!  

Jeongguk rió.    

—¿Por qué te importe si me lo estás reclamando?   

—Porque... —suspiré, reconociendo que discutir el "si dijo Seokjin o Seokmin mientras se masturbaba" era algo estúpido y que me dejaría como un celoso.   

No estoy celoso, sólo soy mejor. Fácilmente es a mí a quien se refería. No al otro teñido... Por favor, ¿qué hombre se tiñe de un lado rubio y del otro azul? Yo no, soy más natural. Rubio solamente, nadie sospecha. Era yo, dijo Seokjin y no Seokmin. Obvio.  

>>Déjalo, el punto es que... Estuvo mal, Jungkook.   

—En realidad estuvo muy bien...