Capítulo 4: "Aterrizar de cara es lo mío"

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Capítulo 4: "Aterrizar de cara es lo mío" 

Ashley.

-ARRIBA CULO FLOJO- gritó una cantarina voz en mi oído, a lo que gruñí y me cubrí la cabeza creando un fuerte con mis frazadas.

-Es jodidamente temprano- me quejé. –Deja dormir al prójimo maldita sea- refunfuñé y el sonido de mi voz apenas atravesaba la capa de mantas con la que estaba tapada.

-Qué boquita tan sucia tienes- rió con esa dulce risa que podía alegrarme el día, pero como ahora me había despertado no surtía tal efecto.

Por si no les ha quedado claro: ODIO.LAS.PUTAS.MAÑANAS.CON.TODO.MI.SER.

Abrí un pequeño agujero por entre las cobijas para poder respirar y no sofocarme. Pero la maldita criatura del demoño tapó mi respiradero y comenzó a reír.

Maldita mocosa.

Traté con todas mi fuerzas de que se quitara, pero temía que cayera y se golpeara con algún mueble o con el piso y comenzara a llorar como marrana despertando a mi madre. Y si creen que yo soy gruñona por las mañanas multiplíquenlo por diez y agréguenle una voz chillona de arpía y el cabello de medusa.

Oh sí, no es nada bonito de ver.

Créanme.

-QUÍTATE PEQUEÑA REENCARNACIÓN DE SATÁN- grité desde mi refugio que comenzaba a jugarme en contra y estaba comenzando a hiperventilarme.

-Solo voy a quitarme si te levantas y me haces de desayunar- PEQUEÑA MANIPULADORA DEL DEMONIO.  

-¡Jamás!- chillé y escuché su risita.

Oh claro asfixiar a su hermana la divertía un montón.

-Pues quédate ahí hasta que se te acabe el oxígeno y el encierro te consuma- aprovecharse de la claustrofobia de los demás es bajo incluso para mí.

-Bien- gruñí. –No te quites, no necesito oxígeno para vivir, puedo soportarlo- dije con un aire confiado que ni yo me lo creía.

-Es una lástima- la escuché suspirar teatralmente. –El aire aquí afuera es tan puro y fresco- aspiró sonoramente para luego exhalar el aire hacia afuera. –El aire aquí afuera es tan gratificante, debajo de las sábanas en cambio, aspiras el olor de tus propios gases- no la escuches Ashley ella solo quiere engañarte.

Traté de tranquilizarme y llenar mis pulmones con oxígeno, pero lo único que entraba era el aire viciado que ya habías exhalado anteriormente.

Tranquila Summers, tranquila. No te acalores. Podemos salir vivas de esto solo tienes que guardar la calm…

¡QUIERO SALIR DE AQUÍ! AHHHHHHHHHHH

Soy demasiado joven y hermosa para morir asfixiada debajo de unas mantas y para colmo sola.

-¡QÍTATE!- bramé y pateé las cobijas lejos de mí sin importarme que estuviera aún sobre mí.

Quería oxígeno, y lo quería ya.

Por intentar quitarme las frazadas de encima a patadas se me enredaron los pies en ellas y caí de cara al piso, para luego retorcerme por este boqueando como pez en busca de aire para mis pulmones.

Después de respirar aire puro noté como Sidney se partía de la risa en el puf con la cabeza colgando de un lado.

-Eres una…- comencé a decir.

-¡Te espero abajo con los ingredientes para waffles!- gritó y salió disparada de mi habitación para luego escuchar sus diminutos pies bajar por la escalera.

Despídete de tu virginidad niñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora