El comienzo.

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Lili es una linda chica originaria de Doncaster Inglaterra, sus ojos son como dos diamantes azules, su cabello castaño su piel suave y radiante. Ella está muy feliz por la oportunidad que le dieron en su trabajo, se mudaría a la ciudad central de Inglaterra, Londres y tendría un mejor puesto en la empresa.

Apenas llegó a el edificio que se le había asignado por parte de su empleo y ella estaba muy feliz, a pesar de que era viejo y de solo  cinco pisos. Subió las escaleras con su pequeña maleta y se posicionó en el cuarto piso, procedió a entrar a la puerta que se encontraba de su lado derecho y la abrió con las llaves que le habían entregado unos días antes.
El departamento era pequeño y estaba empolvado, ella tomó una escoba y comenzó a barrer y limpiar la pequeña sala de estar, siguió con la cocina que se encontraba al frente de la puerta de entrada, limpió la habitación que estaba en el fondo del departamento y por último limpio el baño que tiene lugar frente a su cuarto. Después de tanto limpiar cayó agotada en la cama, tomó su celular y leyó un mensaje de su antigua jefa —Mañana en la nueva oficina a las 8:00 a.m, no lo olvides— La hora marcaba 12:00 a.m. Se dirigió al baño y mientras la tina de agua se llenaba, ella puso música relajante en su celular y comenzó a desnudarse, luego se duchó. Una vez estando en su cuarto se colocó su pijama de satén dorada y durmió.

Al día siguiente...

Lili se levanta y mira la hora en su celular 8:24 —¡Mierda!— Exclamó y se levantó muy apurada, vistiéndose con una linda falda negra, camisa blanca, blazer negro y zapatillas negras con punta de pico. Salió corriendo del departamento y chocó con su vecina que hasta el momento ella no conocía. —¡Hey!—Excalmó la atractiva chica.  —Mierda. Perdón, voy tarde— Dijo Lili sin frenarse ni un poco. —Soy Hannah— Gritó la chica en un intento de ser escuchada, mientras Lili corría escaleras hacia abajo. —Lili, un gusto. Adiós— y desapareció de la vista de Hannah.

Ahí estaba Lili, frente a un gran edificio moderno en su primer día de trabajo casi 50 minutos después de su hora de entrada y tratando de crear la excusa perfecta para su nuevo jefe al cual ni siquiera conoce.
Se adentró por los pasillos hasta encontrar una puerta que decía Simon Cornell, jefe.
Tocó la puerta y escuchó —Entra— Como respuesta. Abrió la puerta topándose con un señor de unos 55 años de edad aproximadamente, sentado detrás de su escritorio y con una mirada seria. —Tu debes ser Lili— Dijo Simon. —Si, así es— Aseguró ella. —57 minutos tarde, Rita te recomendó muy bien, no querrás ser despedida en tu primer día— Siguió su jefe con la misma cara de seriedad. —Una disculpa, en serio. Debí estar muy cansada, ayer fue un día largo con lo de la mudanza, el viaje y— Fue interrumpida por Simon. —No, no, no. No quiero oír excusas. Dirígete a tu puesto. Oficina central, la compartirás con otras tres personas de tu tipo— Lili salió de la oficina y se dirigió hacia donde se le ordenó. —Mi tipo? Qué quiso decir?— Al llegar fue bienvenida por sus compañeros y llevó a cabo su día laboral, no tan exitoso como ella hubiese querido.

Después de su trabajo se dirigió a el supermercado para hacer algunas compras de su despensa.
Miraba con mucha atención un frasco de pepinillos mientras empujaba su carrito cuando de repente sintió que chocó con algo, seguido de un —¡Auch!— Dirigió su mirada al frente para toparse con una ya conocida Hannah. Ella era un poco mas alta que Lili, su cabello rizado, ojos verdes tal esmeraldas y piel un poco más bronceada. —Ay, que torpe. Me disculpo nuevamente— Dijo Lili avergonzada. —No es la mejor manera de hacer amigas— Contestó Hannah mientras reía. —Ya que en la mañana estabas muy apurada, me presento de nuevo. Hannah Styles, mucho gusto— Continuo, mientras extendía su mano hacia Lili. —Lili Tomlinson, el gusto es mío— Sus manos se unieron en un amistoso apretón y Hannah se apresuró a hablar —Pues, ya que somos vecinas, me gustaría invitarte a una cena en mi casa. Ya sabes, una bienvenida oficial— Lili no tenía palabras, pero aún así contestó —Claro, está muy bien.—   —A las 9:00?— Preguntaron al unísono. Luego rieron. —Esa hora me parece bien vecina— Dijo Hannah. Luego se despidieron.




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Holaa. Si llegaron hasta aquí muchas gracias, espero que les guste mi historia <3
775 palabras.

Enamorada de mi vecina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora