P.O.V Apolo- Imbécil - Eso fue lo único que dije, antes de tomar mi chaqueta del perchero, y comenzar a correr detrás de Afrodita.
Alcanzarla no fue difícil, ella se encontraba a unos pocos metros de la entrada, sentada en la acera.
Lentamente me acerqué a ella, y al sentir que la lluvia era cada vez más fuerte, la cubrí con mi abrigo.
- Lo siento - hablé, me sentía terrible, yo podría haberle advertido sobre Raquel, pero no lo hice.
- ¿Porqué siempre soy yo la de la mala suerte? - fue solo un susurro, pero lo escuché perfectamente, e instintivamente la atraje hacia mi pecho, en un abrazo.
- Siempre vi mi historia con Ares como un cuento de Hadas - rió secamente, luego de unos segundos de silencio - Cuando estaba en Francia rechacé a muchas personas - admitió - Todo era por Ares, jamás rompí mi promesa, dormir con quien quiera, pero solo le pertenecía a él -
No sabía que decir, lo único que quería era ayudarla, y quizá solo escucharla hablar era la mejor opción.
- ¿Acaso solo fui su diversión? -
Y antes de poder contestar, unos pasos apresurados se escucharon, y al levantar el rostro, un Ares mojado, con los ojos rojos y lagrimosos estaba frente a nosotros.
- Afrodita - susurró, pero ella ni lo miró, se levantó del suelo y me tendió la mano.
- ¿Puedo dormir hoy contigo? - cuestionó, a lo que rápidamente asentí.
Ignorando a Ares, quien venía detrás nuestro, entramos a la casa nuevamente, y nos dirigimos a la sala, en donde varios ojos curiosos nos esperaban.
- Dita - llamó Artemis suavemente, a lo que ella caminó hacia él, y le dio un abrazo.
- Dormiré con Apolo esta noche - habló, aún en su pecho, recibiendo un asentimiento de su parte.
Luego de unos segundos de silencio ambos comenzamos a caminar hacia las escaleras.
- Afrodita, necesitamos hablar - dijo Ares, tomando su mano suavemente.
- No hay nada que hablar - respondió ella, intentando no derramar las lágrimas que se amontonaban en sus ojos - Yo soy quien sobra en esta relación - admitió, luego de darle una rápida mirada a Raquel.
Y sin decir más, ambos subimos a mi habitación, en donde primero ella tomó un baño, y luego yo.
- Decía que me amaba, que no había nadie como yo - eso fue lo primero que escuché, al volver a la cama - Que era la dueña de su corazón - habló entre lágrimas y sollozos - Pero alguien más estaba en su habitación - y con esa última frase se rompió totalmente.
No sabía como calmarla, y lo único que pude hacer fue abrazarla toda la noche, y limpiar sus lágrimas mientras dejaba un beso en su frente.
Holaaaa♡
Una persona me hizo acordar que jamás publique la segunda parte del shot de Ares y Afrodita.
Espero que les haya gustado ♡
Está un poquito triste :(
¿Qué otro shot les gustaría?