Todos estaban esperando en la sala a que llegara Mike, y la famosa sorpresa de cumpleaños que había preparado para Jack, pero al parecer este estaba demorado, ya que llevaban al rededor de veinte minutos esperando que apareciera.
-Si el imbecil de tu hermano no llega en cinco minutos voy a comerme tu pastel de cumpleaños- amenazó Sue a Jack, mientras sacudía un tenedor en frente de su cara.
-Todos sabemos que aunque aparezca en este instante vas a hacerlo- añadió Jenn mientras le regalaba una sonrisa a la pelindgra, ganándose un asentimiento de su novio.
Al cabo de unos minutos, el ruido de la puerta llamó la atención de todos, y entonces entró Mike con una gran sonrisa en el rostro.
-Lamento la demora, pero como ya todos saben, lo bueno se hace esperar- habló, mientras se movía de un lugar a otro- Esta sorpresa fue difícil de conseguir, espero que me lo agradezcas por el resto de tu vida- murmuró esta vez mirando a su hermano, y seguido de eso estiro su mano, arrastrando a una persona, una chica específicamente.
Ella era pelirroja, bajita, con un cuerpo delgado, y cubierto con una remeras que Jess juraba que había visto usar a Jack en una fotografía.
En el momento en el que la intrusa y Jack hicieron contacto visual, los ojos de el chico se llenaron de lágrimas, mientras que ella soltó una pequeña risa mezclada con un sollozo. Y sin dar aviso, Jack corrió hacia ella, levantandola del suelo, girandola en el aire mientras ella enganchaba sus piernas en la cintura de él.
Al parecer nadie en la sala entendía la relación de ellos, exceptuando a Mike, quien estaba grabando todo mientras sollozaba como un perro.
-No puedo creer que estés aquí- murmuró Jack mientras agarraba su cara con ambas manos, asegurándose de que era real- No sabes la falta que me haz hecho- agregó mientras depositaba un suave beso en su sien.
-Eres mi alma gemela, dejaría todo solo para poder verte- aseguró ella.
Notando la incomodidad de Jeen, al escuchar a una chica decirle "alma gemela" a su novio, Will carraspeo suavemente, sacando a los dos chicos de su transe.
- Lo siento- dijo Jack mientras limpiaba una lágrima rebelde que caía por su mejilla- Ella es Lucy. Lucy, ellos son Will, Naya, Sue y Jenn, mi novia- señaló a cada uno mientras hablaba, y al mencionar a la última le dio una mirada significativa a la pelirroja que seguía en sus brazos.
Rápidamente Lucy se soltó de él, y se dirigió a saludar a todos, y al llegar Jenn, le dio un fuerte abrazo.
-No tienes una idea de lo mucho que Jack habla de ti, siento que te conozco hace años- expresó al momento de soltarla, causando un fuerte rubor en ambos chicos, y una carcajada de Mike.
Luego de esa presentación, iniciaron una conversación tranquila, pero en la mente de Jenn solo circulaba la duda de que relación mantenían Lucy y Jack, ella confiaba en él, pero Lucy era preciosa, se llevaba bien con Mike, y Jack parecía tan cómodo y feliz con su presencia que no pudo comenzar a sentirse mal. Pero lo que más la impacto fue cuando su novio se ofreció a ir al supermercado a comprar una bebida para Lucy, su favorita, diciendo que quería que ella estuviera cómoda. Entonces arrastrando a Mike, salió de la casa, prometiendo que regresaría en unos pocos minutos.
- Entonces Lucy, ¿De dónde conoces a Jack?- interrumpió Naya el incómodo silencio que había.
-Nos conocimos cuando tenía cinco, en el jardín de niños- respondió ella con una dulce sonrisa, como si estuviera recordando ese momento- Luego comenzamos a acercarnos más, nos hicimos mejores amigos, y a los once iniciamos una relación- habló, sorprendiendo a todos los presentes, quienes miraron a Jess con incomodidad.
-Eso es tierno- dijo esta vez Will, dudando un poco en la última palabra.
-Lo era- coincidió la pelirroja- Pero terminamos cuando cumplimos los 16- siguió ella.
-¿Porqué? -cuestiono Jenn, con verdadera curiosidad.
-Porque somos almas gemelas- le aclaró, dejando aún más confundida a la chica, y al ver eso Lucy continuo- En la vida podemos tener muchas almas gemelas, y Jack es una de las mías, así como yo soy una de las suyas. Pero solo puedes tener un amor épico, y créeme cuando te digo que ese eres tú y no yo-
-Pero tu no me conoces, no sabes si soy la indicada para el- murmuró Jenn con un tinte de tristeza en su voz, a lo que Lucy le sonrió dulcemente.
-Todos los días recibo llamadas de Jack hablando a cerca de ti, no necesito saber más que eso. Puedo ver como te mira, y cómo lo miras tú, llega a ser empalagoso ver todo ese amor reflejado en sus miradas- soltó una risa al terminar de decir eso.
Y justo en ese momento ambos hermanos ingresaron nuevamente al lugar, con varias botellas en sus brazos.
Mientras acomodaba las cosas en la mesa, Lucy se giró hacia Jenn, quién estaba abrazada a su novio.
-No me sorprendería que tu te convirtieran en una de mis almas gemelas- le advirtió, dejando a la chica con una brillante sonrisa en su rostro, y a Jack celoso de que su mejor amiga le quite a su novia.
