LA BUSQUEDA

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La Búsqueda


Lo primero que hago al abrir los ojos es apagar ese ruido infernal de mi alarma, me siento en la cama y veo la hora, son exactamente las 5 am, solo he logrado poder dormir 3 horas, no logre pegar un ojo, pues no paraba de preguntarme como yo podría ayudar a Andrea, había pasado un día desde que había encontrado esa carta y no sabía qué hacer, si llamar a su madre y mostrar evidencia de que Andrea estaba desaparecida y que esto no era una de las tantas huidas que ella habituaba.

Andrea no era conocida por ser la vecina ejemplar; ella vive con su madre y su pequeño hermano, cualquiera pensaría que es una chica dedicada al estudio y es la hija ejemplar, pero no, ella es atrevida, no es de lo que la sociedad cataloga como niñas bien, todo el vecindario la conoce como la hija rebelde de Ruby, admito que muchas veces también la vi así, pero también, sé que puede ser una chica bastante sensible y que piensa en el bienestar de su familia, la conozco desde los 7 años, ella tan solo tenía dos años cuando su familia se mudó al lado de mi casa, la pequeña Andrea de ese entonces no es ni la pizca de la que conozco hoy a sus 20 años

, ahora no se con certeza lo que haré en la situación que me ha metido ella, pero sé que debo enseñarle a alguien esta carta. No sé por qué Andrea me había dejado esa carta, pero ya es tiempo de que le enseñe la carta a su madre, sí, eso era justo lo que haría hoy después de llegar de trabajar.

Termino de ducharme y preparo café, la razón por la que me despierto temprano es por mi trabajo; este queda al otro lado de la ciudad, soy docente de una de las mejores universidades de la ciudad, enseño calculo, no es el mejor sueldo, pero me da para vivir cómodamente, preparo todo y me dispongo a salir. Mientras abro la puerta me percato de que el carro de la madre de Andrea no está, ha salido de su casa, Ruby es enfermera por lo que tiene turnos variados y esa ha sido una de las razones por las que aún no le he enseñado la carta que su hija me escribió, por lo que cuando llegue del trabajo le entregare de inmediato la carta

.

Me dirijo a mi Chevrolet Camaro modelo 1967 color negro, le pertenecía a mi padre quien tras años de arduo trabajo logre comprar el carro, este era su mayor joya a parte de mi madre solía decir.

Lo herede por completo después de su muerte, mi madre había quedado muy desolada tras la partida de mi padre y decidió irse de la casa, la cual había compartido con el amor de su vida 40 años y le causaba una profunda nostalgia estar en casa sin él, por ello decidió mudarse con su hermana y pasar lo que le quedaba de vida, proclamaba ella, disfrutando de la brisa y el mar; tal razón me llevo a vivir solo en la casa de mis padres, ahora solo es una enorme casa fría y solitaria, justo como era mi vida desde hace ya un tiempo.

Al llegar a la universidad estaciono el carro, me dirijo al salón donde daré clases, y así se pasan las horas volando. Todo el día me la he pasado en las nubes, son casi las 4 de la tarde y recuerdo que tengo que encontrarme con Ashly- suspiro, sabiendo que tenía que estar con ella a las 3pm.

Me dirijo en el carro a una cafetería bastante cerca de mi lugar de trabajo, al llegar me percato de que ella ya se encuentra en el lugar, ella como si pudiese sentir mi presencia voltea y me ve, su rostro revela puro disgusto, cómo no, me a esperado casi una hora, le sonrió como un niño inocente, al llegar la saludo

- Hola cariño

- ¿Es enserio, sabes cuánto te espere? - abro la boca para responderle, pero se me adelanta.

- No digas nada es claro que lo sabes, hoy pasare este hecho por alto, no pelearemos, hace mucho que no nos vemos, así que, lo dejare pasar por esta vez- me amenaza apuntándome con su dedo índice

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