Mi actual yo

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Se encontraba en un espacio vacío, no había nada alrededor, solo él siendo un niño de tan solo 7 años, buscaba y buscaba, pero no veía a nadie ni siquiera un objeto, hasta que sus enormes ojos esmeraldas se posaron en una silueta, no podía distinguirla muy bien la luz del lugar no se lo permitía, así que por instinto comenzó a cercarse, poco a poco iba tratando de enfocar su vista y lo que alcanzaba a ver lo impacto, sus lágrimas comenzaron a salir sin previo aviso, corrió y corrió, no podía creerlo ¡ERA ÉL! si estaba aseguro, sonrió y comenzó a llamarlo, el sujeto volteó a verlo le devolvió la sonrisa, pero luego le dio la espalda, caminando en sentido puesto, el pequeño lo notó y siguió gritando alterado, no quería que lo abandonara, no quería perderlo, él... lo amaba...

No te vayas- gritaba angustiado ¿Por qué se iba? ¿Por qué lo dejaba? Esta vez podían estar juntos-No quiero que me abandones por favor- en su mirada ya no se podía ver nada por la cantidad de lágrimas que salían de sus ojitos. Del desespero, metió mal el pie provocando que cayera de boca al suelo, escupió un poco de sangre se había roto el labio, subió su cabecita con la esperanza de que aquel sujeto siguiera ahí, pero este ya no se encontraba, su corazón se estrujó y con sus últimas palabras solo pudo decir- papá porqué te fuiste...

Sé levanto de golpe, estaba bañando en sudor, su corazón estaba muy acelerado sentía que en algún momento se saldría, miró hacia abajo y encontró que sus sábanas estaban mojadas- que patético- pensó- un hombre de 28 años que todavía moja su cama- miró hacia el reloj eran las 4am, sabía que no podría volver a dormir, quito las sábanas, limpio un poco el colchón y se dirigió hacia el baño, retiró toda esa tela húmeda de su cuerpo, y entró a la regadera, se quedó un rato quieto dejando que las gotas de agua recorrieran todo su cuerpo tonificado, pensando en aquel sueño que llevaba días repitiéndose ¿sería la culpa? Si debía ser eso, se sentía una completa basura esa era la realidad, un ser despreciable que no merecía nada bueno en la vida, solo destinado al fracaso y la miseria. Siguió su baño hasta que se sintiera limpio ¿limpio? Solo físicamente porque por dentro era un ser sucio.

Buscó en su closet cualquier prenda deportiva, quería ir al gimnasio era el único lugar donde podría sacar su frustración, tomo prendas negras se alisto y salió rumbo a este, decidió ir trotando tal vez un precalentamiento lo anime un poco, porque su vida desde aquel trágico día dio un cambio radical, pasó de dormir 8 horas a tan solo 4, su entusiasmo y optimismo se vieron gravemente afectados, las cosas que antes amaba hacer ya la aburren.

Comenzó a trotar recordando por qué decidió mudarse a Grecia, porque abandonó su antigua vida ¿por salir adelante? ¿por volverse el orgullo de una persona? ¿en realidad valió la pena? Eran las preguntas que se hacía a diario. Al fin, había llegado hacia su destino, pero para su buena suerte aún se encontraba cerrado, bufó resignado y se tiró al piso a esperar que alguno de los dueños llegará- hoy será un día pesado- pensó- ojalá los chicos lleguen temprano esta vez- y con justa razón desde que inició aquel negocio con sus amigos, él ha sido quien se encarga de todas las reuniones con los proveedores, atender a los pacientes, además de llevar las cuentas de los productos que utilizan, realmente se volvía agotador y sus colegas no lo apoyaban lo suficiente, muchas veces pensó en decirles, pero al final se decía a sí mismo "mente ocupada, no extraña a nadie" era como un tipo de mantra para poder seguir con sus labores.

Veo que nunca dejaras de madrugar ¿no es así? – aquella voz dulce y tierna logro sacarlo de sus pensamientos- sabes muchas veces he pensado que deberías ser nuestro socio, así tendrías tus propias llaves- le dedicó una tierna sonrisa algo que siempre lo hacía sentir mejor, como si te dijera todo estará bien

No, yo pienso que es mejor abrir mi propio negocio y hacerles competencia- le dedicó una sonrisa de burla al mayor- así los dejaría en la quiebra porque yo si abriría temprano- se levantó para que el contrario pudiera abrir las puertas-

OJOS ESMERALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora