KARMA

AMIGOS

Nuevamente Shoto despertaba en la madrugada debido a los gritos y llantos provenientes de la habitación de Uraraka.

La primera vez que paso eso realmente se asustó demasiado y salió corriendo rápidamente en dirección a su habitación, creía que alguien había entrado y la estaban atacando, pero mayor fue su sorpresa al verla con los ojos cerrados, revolviéndose entre las sábanas, al tratar de acercarse vio como la mayoría de las cosas estaban flotando a su alrededor incluso el estuvo a punto de hacerlo, de no ser porque la castaña despertó de golpe cuando escucho que Shoto la llamo con un grito.

La castaña despertó de golpe haciendo que todo callera a su alrededor y empezó a llorar y temblar mientras se encogía y abrazaba sus piernas con sus brazos, el chico no dudo un segundo en ir y abrazar a su amiga mientras intentaba calmarla. Esa noche él durmió junto a ella para asegurarse que no volviera a tener alguna pesadilla.

Esta era la décima vez que esto sucedía y aunque Shoto dejo de asustarse de más, como a la cuarta vez, y el hecho de que se no asustara, quería decir que dejaría a su amiga tener esas horribles pesadillas. El realmente estaba preocupado llevaban apenas un mes y medio que habían llegado y esto comenzó solo semanas de su llegada a New York, estas pesadillas ya las había tenido recurrentemente cuando estaban en Japón y la castaña vivía con ellos, realmente creyó que todo se había arreglado, pero no fue así.

El chico entro a el cuarto vio a Uraraka aferrada a su almohada y varias cosas levitando.

-¡Hey!, Uraraka.- dijo el chico una vez estando cerca de la castaña mientras la movía para poder despertarla.

Al ver que no despertaba enfrió un poco su mano para tocarla y así despertarla, sabía que eso no era correcto pero si no lo hacia no despertaría y seguiría sufriendo.

La castaña despertó con un grito, debido al frio de la mano del heterocromático, estaba completamente desorientada, miraba a todos lados, hasta que por fin pudo ver con claridad a el chico y se aferró a él como si su vida dependiera de eso, y talvez así era.

POV URARAKA

Una vez puede distinguir a Shoto entre toda la oscuridad del cuarto me lance a sus brazos, si alguien nos llegara a ver en esta situación claramente deduciría otra cosa, pero no me importaba y además estábamos en nuestra casa y nadie nos vería ni encontraría en este lugar.

-está bien, está bien, todo ya está bien, pequeño mochi.- me repetía Shoto mientras me apretaba más a su cuerpo y acariciaba mi cabeza.

Nuevamente había tenido esa maldita pesadilla, pero esta vez había cambiado un poco, estaba casi segura que esto no solo era producto de lo que había pasado, esta vez no, parecía más un recuerdo.

-¡hey!, ¿ya estas mejor?- escuche preguntar a Todoroki, mientras me separaba de él. Al sentir la lejanía de su calor solo me encogí un poco y trate de aferrarme a el de nuevo, él lo noto de inmediato así que como pudo se adentró a la cama y se acostó conmigo pegada a él como un koala.

-¿Qué fue esta vez?.- pregunto mientras trataba de taparnos a ambos.- la misma pesadilla o algo más, aunque dudo que fuera la misma esta vez gritaste como hace mucho no lo hacías.

-fue diferente esta vez, sabes.- me tome un segundo antes de continuar y suspire.- no solo fue una pesadilla como las demás, esta fue muy diferente, parecía un recuero.

-¿un recuerdo?.- pregunto el chico extrañado. Ver la cara confusa de Todoroki fue graciosa, me recordó a esos momentos cuando estábamos en la U.A y el hacia sus teorías locas.- así que estas logrando recordar cosas después de todo.

-es lo que no se, ya no se si son recuerdos o simples imaginaciones.-dijo soltando un suspiro.- siempre que soñaba con ese lugar era cuando ese maldito estaba torturándome para obtener información de mí, también cuando me amenazo de matarlos a ti y a los demás, incluso tengo breves y cortados recuerdos cuando me metió a ese maldito cuarto y me hizo lo mismo que a las viudas negras.