UNA NUEVA OPORTUNIDAD

CAPITULO 1

El llanto de dos bebés es lo que se escuchaba en una habitación de hospital, en cama se podía ver a una hermosa mujer con el pelo negro, los ojos azules y una piel blanca, en sus brazos estaban dos bebés, uno rubio y el otro pelinegro

-Mis dos bebés

Por la puerta entro de repente un hombre robusto, alto y rubio con unas gafas en la cabeza, tenía los ojos amarillos

-Rahia, te encuentras bien?

La mujer solo miro al hombre con una sonrisa y soltó una suave risa

-Si, estoy perfectamente, Isanari

-menos mal

Isanari se acercó a la cama y se sentó alado de su esposa y contempló a los dos recién nacidos

-son hermosos

-si

Los padres solo se quedaron mirando a los niños un rato, asta que una pregunta salió de los labios de Isanari

-como se llamarán

-El pelinegro Kazutora, Hanemiya Kazutora

-Eh? Por qué tú apellido

Isanari vio como su mujer hacia un puchero y lo miraba con ojos de cachorrito regañado

-E-Está bien

-y el otro, Fuutaro, Usegi Fuutaro

-me encanta, son muy afortunados que su madre les aiga dado unos nombres tan hermosos

Kazutora en ese momento abrió los ojos y vio como ese hombre desconocido para el lo miraba con una radiante sonrisa

-En esta vida asta mi padres cambiaron, y el anciano tenía razón, tengo un hermano por lo que veo

Ocho años después

Han pasado ocho años desde el nacimiento de los dos gemelos y Rahia, la madre de estos volvió a quedar embarazada, ahora Isanari y los dos gemelos esperaban en una sala de hospital

-Tranquilos hijos, su madre es fuerte, podrá con esto

Kazutora solo miro la sonrisa de su padre y solo asintió con su propia sonrisa, a su lado Fuutaro miraba fijamente la puerta por donde se llevaron a su madre

-Solo tenemos que esperar y su nueva hermanita nacerá

Las horas pasaron y Isanari se ponía más nervioso, luego de un rato vio como varios médicos iban y venían de dentro de la habitación, asta que se le agoto la paciencia y le pregunto a un médico que pasaba

-Se puede saber que está pasando?

-el parto se complicó y la señora está perdiendo mucha sangre, estamos intentando estabilizarla lo más que podemos

Isanari se quedó sin aire durante unos segundos para luego verse una gran preocupación en su rostro y irse a sentar con sus hijos aún con esa preocupación

-mama estará bien?

La pregunta de el pequeño Fuutaro solo lo puso más nervioso

-claro que estará bien, mamá es muy fuerte para rendirse así como así

Dijo el pequeño Kazutora con confianza

-Si tu lo dices, Ni-san

Isanari vio como Kazutora calmaba a su hermano más pequeño por minutos, solo dio una sonrisa, esos niños de verdad que fueron lo mejor que le pasó junto a conocer a su esposa

-Por favor dios, cuida a mi esposa y a nuestra pequeña hija

Los minutos pasaron como años para los tres, asta que un médico salió de la sala de parto

-Como está mi esposa?

-...

El silencio y la mirada baja de el doctor hizo que Isanari entendiera de inmediato

-y mi hija?

-si hija se encuentra bien, pero de momento no puede entrar a verla

-ya veo, si me disculpa, voy un momento al baño

El doctor solo asintió, sabía que el hombre estaba destrozado, pero tenía que ser fuerte, no quería verse patético enfrente de sus dos hijos que no entendían bien lo que pasaba, el doctor se acercó a ambos y se arrodilló a su altura

-Hola, qué tal, me llamo Mauro, y ustedes?

-Yo soy Kazutora y el es Fuutaro, donde está nuestra mamá doctor?

La sonrisa de el pequeño le dolía a Mauro, le dolía destrozar las esperanzas de un pequeño niño de volver a ver a su madre

-veras pequeño, tu madre, no soporto el parto, tu madre a muerto

Poco a poco la sonrisa de Kazutora se fue dejando de lado para que varias lágrimas salieran de sus ojos, así como de su hermano, el doctor sin saber que hacer, abrazo a los gemelos y estos correspondieron el abrazo de Mauro, ambos niños lloraron por una hora intentando negar las palabras dichas por el doctor, asta que Isanari volvió y se acercó a los tres, Mauro al verlo se levantó y miro a Isanari

-gracias por cuidarlos, siento las molestias

-no se preocupe, disculpeme a mí por no ser lo suficientemente capaz para salvar a su esposa

Mauro hizo una reverencia y Isanari solo negó con sus manos

-no se preocupe, se que hizo lo mejor que pudo, simplemente aveces la vida es cruel y se lleva a las personas que más amamos, pero estos niños y ese pequeño bebé necesitan un padre, no puedo simplemente caer en depresión, tengo que avanzar y pelear por ellos, es lo que ella habría querido

Mauro solo miro al hombre y vio como daba una sonrisa mientras cargaba a los dos niños, inconscientemente también sonrió por esa bella y enternecedora escena, pasado unos segundos, solo se retiró en silencio y vio como el hombre con los dos niños salían de el hospital