CAPITULO 5

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Kazutora y Fuutaro corrían lo más rápido que podían a la escuela, ya que por hacer fichas y trabajos para las quintillizas se quedaron trabando asta tarde

-Nunca pensé que mantener el trabajo y el estudio fuera tan difícil

Hablo mientras corría un cansado Fuutaro

-No hables y corre

Kazutora aceleró y se frenó mientras respiraba con algo de dificultad mientras Fuutaro llegaba a su lado y caía al suelo mientras respiraba

-Estas bien, Fu-chin?

-S-Si

Dijo todavía agarrando aire, de pronto vieron como un coche elegante se paraba en la entrada de la escuela

-Nunca había visto este coche por aquí

-Yo tampoco

-Cuando crees que vale esa cosa de oro de enfrente?

-Kazutora no

-Esta bien, Pinche amargado

Murmuró lo último mirando a otro lado

De pronto la puerta se abrió, dejando paso a las quintillizas

-Hola, Fuutaro-kun, Kazutora-kun

Saludo la mayor, dirigiéndole una mirada algo nervioso al pelinegro con mechas

-Hola Usegi-san, Kazutora-san

-Hola Usegi-kun, Kazutora-kun

Las demás no digieron nada y solo los ignoraron

-Esperen

Fuutaro las frenó y las quintillizas se quedaron de espalda

-Hoy tendremos la segunda sesión de estudios, así que espero que las cinco estudien con nosotros

-No

Fue la respuesta de Nino y Miku, las otras no digieron nada y se fueron a sus clases

-Que molestas son esas niñas

-Recuerda que es nuestro trabajo Ni-san

-Lo se Fu-chin, pero ellas lo hacen imposible, se comportan como niñas de cinco años que no quieren admitir que son malas en la escuela

-Son gente de dinero, estarán acostumbradas a tener lujos

-Enserio, yo creo que los demás años los pasaron de rodillas

Se burló Kazutora, dejando a su hermano con duda, para luego entender y suspirar con cansancio

-No cambiará nunca, y espero que no lo hagas

Se dijo para si mismo para entrar a su clase

Con Kazutora

Kazutora entro al aula y se sentó en su pupitre, vio como el maestro no llegaba, así que se puso a dormir en lo que llegaba

Pasaron unos minutos y Kazutora levantó la cabeza con pereza y vio justo como el maestro entraba por la puerta

-Como siempre tarda lo mismo

Kazutora hizo algo con todos los maestros que tenía, apunto todos los tiempos de todos los ratos libres que tendría de clase en clase para hacer una cosa, dormir

-Chicos recoged las cosas, vamos a ordenadores

Los alumnos hicieron lo pedido y Kazutora solo se quejó en silencio, no le apetecía salir de clases, le daba pereza, pero bueno, nunca había dormido en la sala de informática

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