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Capitulo 40: Para no volver a vernos

Xuan Long no salió del palacio en primer lugar.

Volvió al Palacio Qiankun.

Xiao Dezi se sorprendió mucho al ver que Xuan Long entraba repentinamente desde el exterior del patio y aparecía frente a él.

Esta pequeña decena de días, era consciente de que Xuan Long no estaba en el palacio, en cuanto a dónde había ido Yan Yuan naturalmente no le informaría, la persona no salió por la puerta principal, entonces debe haber ido a través del pasaje oscuro dentro del palacio, la alcoba del emperador tiene un pasaje oscuro hacia el mundo exterior no es extraño.

Xiao Dezi le saludó con una sonrisa tambaleante: "Gongzi Han, ¿ha vuelto?"

"Sí". respondió Xuan Long, sin detenerse en su camino.

Iba vestido con una túnica negra, con su habitual sombrero negro en la cabeza, y con su alta figura, era difícil que Xiao Dezi no lo reconociera.

"¿Dónde has estado todos estos días?"

La pregunta salió de su boca y Xiao De Zi se dio cuenta de que había sobrepasado sus límites, aunque el Gonzi Han no tuviera nombre ni afiliación, como persona en el sofá del Emperador, seguía siendo la mitad de su amo. ¿Cómo podía preguntar? Afortunadamente, Gongzi Han nunca se había preocupado por él, pero estaba muy cansado.

"Por favor, ve y dile que he vuelto".

Entonces Xuan Long entró por la puerta.

Xiao Dezi respondió detrás de él y se dirigió a informar a Yan Yuan.

En estos días, Xuan Long no estaba en el palacio, pero esta alcoba se limpiaba puntualmente todos los días, todo el mobiliario seguía siendo el mismo que antes, y cada rincón estaba salpicado de recuerdos de él y de Ya Yuan, dulces y agrios, amargos y picantes, todos dulces a los ojos de Xuan Long.

Ahora que sólo ha estado fuera siete u ocho días, ha vuelto y su estado de ánimo ha cambiado radicalmente.

Incluso el sueño más hermoso era sólo una falsa ilusión elaborada por esa persona, pero ¿por qué todavía quería buscar una respuesta de Yan Yuan a pesar de que lo sabía?

Tenía que hacer que esa persona lo admitiera por sí misma.

Xuan Long se sentó en la mesa y colocó lentamente el colgante de jade que tenía en la mano sobre la mesa.

Yan Yuan no tardó en llegar, abrió la puerta y entró apresuradamente. Miró a Xuan Long de arriba abajo y vio que estaba bien y no debía estar herido, así que abrió la boca y dijo.

"¿Por qué has vuelto tan tarde?"

"Son casi 10 días".

"¿Te has librado del demonio zorro?"

Xuan Long lo miró, tratando de encontrar una apariencia de afecto en los ojos de Yan Yuan, pero su rostro estaba lleno de ansiedad e impaciencia, incluso la preocupación estaba ausente, ¿cómo podría haber afecto?

Xuan Long retiró su mirada y volvió con voz apagada: "Todavía no".

Yan Yuan: "¿Por qué?"

Xuan Long miró el polvo que volaba en el aire: "El demonio zorro tiene un fuerte poder espiritual, no puedo eliminarlo".

Yan Yuan frunció el ceño: "¿No tienes diez mil años de dao?".

"¿Es difícil decir que el Dao del demonio zorro es más profundo que el tuyo?"

Xuan Long bajó la cabeza y no respondió.

Presintiendo que algo iba mal, Yan Yuan se acercó a mirarle: "¿Qué te pasa?".