❛Seduciendo Al Chico Frío❜ ʸᵍ ┃Esᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ

❆༼𝘊𝘈𝘗.1༽❆

#1

Para contarles mi historia debería comenzar por el hecho de qué no siempre la perfección trae felicidad.

Eso me tocó descubrirlo por las malas.

El sentimiento de como las cosas se salen de control y todo se te escapa de las manos era exasperante.

No quería lastimarlo...no iba a mentirle.

Pero, ¿Como fue que todo terminó de esta manera?

No solo lo utilizé en aquella apuesta sino que también destruí su vida. Mi historia de amor está bañada por errores que he cometido y aún sigo cometiendo.

Mi mejor amiga dejó de confiar en mi como antes.

La relación con mi familia empeoró.

El amigo que siempre estubo a mi lado se alejó.

Y... él, la única persona que realmente me entendió... se fué.

Yo acabé con todo en menos del tiempo que me costó construirlo.

¿Donde fue qué todo empezó a salirme mal?

Ah, ya recuerdo

Ese día...

°°°°

Mi respiración era agitada, era otro de esos ataques de nervios. Mis manos sudaban y mi garganta estaba completamente seca...

No era nada extraño para mi, estaba acostumbrada a que esto ocurriera con frecuencia.

— Regresa temprano a casa, tienes unos contratos que firmar con unas marcas que busca-...

Dejé de escucharla y solo me centré en mirar el paisaje que se veía através de la ventana del auto.

Su voz monótona y fría sin ningún tipo de preocupación hacía mi era lo último que quería escuchar.

Pronto aquellas edificaciones comenzaron a aparecer en mi vista. Edificios tan altos que parecían de empresas cuando en realidad era una escuela... si, una escuela.

Mi madre aparcó el auto dejandome libre al fin aunque mi felicidad no duró demaciado, y aquí va otra vez.

Una de mis falsas máscaras.

Los flashs iluminaban mi cuerpo, las cámaras grababan todo y por supuesto, lo criticaban todo. Por eso siempre debía ser perfecta. Unos agentes de seguridad se me acercaron intentandome ayudar a caminar y conseguir entrar a la escuela donde los paparazzi no pueden adentrarse.

Igual, las miradas de todos los estudiantes caían sobre mi.

Cansada me acerqué a mi casillero desbloqueando el candado rosado qué yacía en él.

Aquella voz dulce y chillona se hizo presente.

— Song Yae! ¡Buenos días!