Capitulo único

79 11 1
                                    

Siempre había adorado a su precioso novio, llevaban juntos desde 1 de preparatoria, Eren estuvo ahí para el desde que decidió ser científico, hasta que obtuvo su doctorado, estuvo cada segundo de todo el proceso del éxito de su novio.

Tenían muchos planes, como casarse y ser felices, el buen trabajo de Levi le proporcionaba un abundante sueldo, y el padre de Eren estaba conforme con ello.

Todo marchaba a la perfección, hasta que ese día llegó.

Le habían arrebatado al amor de su vida.

Unos hombres conducían en un auto deportivo a toda velocidad por la calle, él había salido a comprar cosas para la cena.

Estacionó el auto que le había regalado Levi por su cumpleaños, se quito el cinturón que de nada le sirvió.

El deportivo se estampó contra su auto, provocando que la espalda del veinteañero se partiera a la mitad, y su cuello se quebrara, ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar cuando el choque le dio una muerte instantánea.
Pero para la desgracia de los hombres ellos salieron casi ilesos, tenían una que otra fractura pero nada significativo comparado con lo que acababan de hacer.

Los reporteros no tardaron más de 5 minutos en llegar al lugar del accidente, cientos de cámaras apuntaban al joven que estaba recargado en su volante, aún con sus bonitos ojos abiertos, no había tenido tiempo de siquiera cerrarlos, su sangre salía de su frente manchando su sedoso cabello y su anillo de compromiso seguía en su dedo, aunque sus manos estuvieran completamente fracturadas.
La ciudad completa estaba enterada del accidente, y estaban del lado del pobre muchacho de solo 20 años que solo había salido a comprar cosas para cenar.

Los hombres quisieron huir del país cuando se les presentó la demanda. Pero de nada les serviría, detrás de esa hoja con palabras, estaba la furia contenida de un hombre que solo anhelaba venganza.

Quería verlos sufrir y pudrirse en la cárcel por haberle arrebatado a Eren, a su otra mitad. Quería hacerlos pasar por el mismísimo infierno.

Muchos asistieron a su funeral, amigos, familiares, inclusive gente que nadie conocida. Su caso se dio a conocer por las redes sociales, y había muchas opiniones a su favor, pero también había mucha gente que pensaba que era culpa de él por salir tan tarde a comprar cosas para la cena.

Muchas personas que no tenían nada que ver con la pareja, suponían que Eren había salido a esa hora para encontrarse con un amante, ignoraban completamente el hecho del amor tan profundo que se tenían el uno al otro.

Todos opinaban lo que pensaban, mientras el hombre estaba en su casa repitiendo una y otra vez la misma pregunta: ¿que cosa tan horrible hice en mi otra vida para que se me castigue de esta manera?.

Levi Ackerman había sido un ermitaño desde que tenía memoria, rara vez salía de fiesta, compraba café todos los días, en la misma cafetería, sabía exactamente qué gustos tenía y no los cambiaba, pero cuando conoció al amor de su vida, todo cambió.
Se conocían desde que el Ackerman tenía 10 años, y desde ese momento, nunca se habían separado.

Hasta ese día.

Cuando todo parecía oscuridad, y no veía la luz al final del túnel, recordó un relato que su mamá le contó una vez.

Una leyenda decía, que al inicio de la creación éramos un solo ser, teníamos cuatro piernas, cuatro brazos, dos cabezas, dos corazones y dos cerebros.
Los dioses al ver que éramos tan fuertes por nosotros mismos, se sintieron amenazados, así que nos partieron a la mitad. Condenándonos a buscar a nuestra otra mitad, por toda nuestra corta vida.

UniqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora