N°2

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Ya había pasado una semana desde el rescate a los hipogrifos y Newt está preocupado por ellos, no habían aumentado mucho de peso, y eso que los alimentaba muy bien, sus heridas no sanaban como deberían, aun cuando él aplicaba los hechizos y pociones correspondientes. Definitivamente estaba muy preocupado por ellos.

La primera que notó su preocupación fue Queenie, que escuchando sus pensamientos supo cuál era el problema.
Tina y Jacob fueron los siguientes en enterarse, porque al ver a su amigo sin ganas de hacer nada más que estar en su maleta, lo encararon para saber qué le ocurría.
El último en darse cuenta que algo andaba mal fue, para sorpresa de Newt, el Sr. Graves, ya que cuando Newt pasó cerca de él, logró sentir su preocupación y por esto lo arrastró hasta su oficina para obtener explicaciones a sus preocupaciones, y a Newt no le quedó de otra que decirle lo que ocurría.
Percival luego de enterarse de lo que les pasaba a los hipogrifos, se ofreció a ayudarle con el resto de sus criaturas, para que así Newt pudiera dar gran parte de su atención a los hipogrifos. El ofrecimiento de Percival fue muy bien recibido por Newt, que con tanta emoción que tenía por recibir la ayuda, se lanzó hacia el mayor dándole un fuerte abrazo mientras le daba las gracias. El Alfa estaba asombrado por el comportamiento del menor, pero aún así aceptó el abrazo.
Una semana más tuvo que pasar para que los hipogrifos estuvieran completamente curados de sus heridas, a los adultos todavía les faltaba un par de kilos para estar en un peso adecuado, pero la cría ya estaba completamente bien.

Un muy contento Newt llegó a la MACUSA ese día y con una gran sonrisa llegó a la oficina del Sr. Graves, tocó una vez y espero a que le dejaran pasar.

-Adelante- Newt entró al cuarto tranquilo, Percival lo miró con una leve sonrisa, se paró y se dirigió frente a su escritorio para estar más cerca de Newt - Buenos días Newt, ¿Qué necesitabas? -.
-Buenos días Sr. Graves, vine- Fue interrumpido por el mayor.
-Percival- Newt lo miró sin entender- Quedamos en que nos llamaríamos por nuestros nombres- Dijo sonriendo ampliamente y sentándose sobre su escritorio. Newt asintió.
-Buenos días Percival- Dijo dando énfasis al nombre, sacándole una risita al Alfa- Quería avisarte que los hipogrifo ya están mucho mejor, solo falta que los dos adultos obtengan más peso y los podremos mandar a la manada de hipogrifos en Escocia, conozco a alguien ahí que los cuida del los cazadores- Dijo muy feliz, aunque los vaya a extrañar, él sabe que es lo mejor para ellos - Aparte de eso yo, yo… yotetrajepastelitosdehipogrifoparaagradecerte- dijo Newt rápidamente y sonrojado extendiéndole una bolsa, aunque Percival pudo entenderle a duras penas.
- Me alegro por los hipogrifos Newt y gracias por los pastelitos- Le respondió, ese pequeño detalle de Newt le derritió el corazón de la ternura- Eem Newt, yo me preguntaba si puedo seguir ayudándote con tus criaturas-.
- ¿Enserio quieres seguir ayudándome?- preguntó sorprendido recibiendo un "por supuesto" de su parte- Eso sería genial- dijo mucho más feliz que antes.
-¿Quieres que compartamos estos pastelitos con café o té más tarde?- preguntó el mayor, a lo que Newt dio un "si" sin pensarlo mucho.

Desde entonces, Percival ayuda a Newt con sus criaturas, se abrazan cada vez que Newt entra a la oficina de Percival para tomar en el caso de Newt té y café en el de Percival junto con alguna cosa que traiga Newt de las delicias que prepara Jacob.
También, desde ese momento, el olor de Newt es el preferido de Percival y el olor de Percival es el preferido de Newt, solo que ninguno lo quiere admitir.

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~HIPOGRIFOS~ GramanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora