Él bajó las escaleras ofreciéndome su mano, a lo que acepté. Cuando íbamos a casa todos hablaban de lo bien en que nos fue en la entrevista, pero yo solo sentía una presión en mi pecho... Tomó mi mano, no lo miré, simplemente dejé que sucediera, no quiero hablar con nadie, pero su presencia me relaja. Gracias por todo. Sé que no te lo diré, pero sé que sabes que estoy agradecida. Quizás mañana vuelvas a ser egocéntrico y odioso, pero está bien, ya me ayudaste por hoy, así que, gracias.
-A.V
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Es válido sentir
RandomEsto no es una historia, son relatos o escenas imaginarias inventadas por mí. Se hablan temas sensibles basados en mi opinión :) Todos los derechos de autor están reservados, no acepto que roben nada de lo publicado, gracias.