Sorpresa

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La primaria había terminado y empezaban las vacaciones, tres largos y desesperantes meses que tenía que pasar para ingresar a la secundaria y así poder verlo de nuevo. Pero como todo en la vida, todo continúa y así ese día tan esperado había llegado.

Mentiría se les dijera que no vomite antes de llegar al colegio, los nervios me mataban, tantos pensamientos y sensaciones se arremolinaban en mi mente y en mi corazón que sentía que me iba a desmayar en cualquier momento, solo la mano de mi mejor amiga me mantenía ligeramente consciente.

" Si no venia", " Si me había olvidado" era lo único que mi mente procesaba. Mi amiga me decía que era tonta que nada había cambiado y que lo que habíamos tenido en la escuela se mantendría y ahora sería mejor en la secundaria, esto último me lo decía mientras levantaba maliciosamente sus cejas. Juro que estaba apunto de llorar de la angustia cuando observé su cabello rubio entre la marea de cabelleras oscuras. Me corazón se detuvo cuando giró y me vió....y sonrió y ahí supe que estábamos bien, que éramos nosotros que siempre seríamos nosotros. Se acercó a mi y me dijo" Hola, te extrañé" y sin darme cuenta estaba colocando mis brazos alrededor de su cuello y me apreté a él como si mi vida dependiera de ello pero viéndolo bien,si, mi vida dependía de él.

La secundaria era muy diferente a la primaria. Más materias, más profesores, más alumnos, más responsabilidad y más libertad.

Aunque solo había pasado tres meses de la última vez que nos vimos, era como se fuéramos un poco diferentes.

Él había crecido algunos centímetros de altura, su voz empezaba a soñar extraña y empezaba a mirarme de una forma que se me erizaban los vellos de los brazos aunque siendo sincera creo que era de la misma forma en que yo lo miraba, por que me gustaba mirarlo, la forma en que echaba la cabeza hacia atrás cuando reía, como agitaba su cabello cuando el viento se lo desarreglaba, como su espalda se acomodaba a mi pecho cuando lo abraza por detrás y mi ojos quedaban a nivel de su hombros, como sus manos eran un poco mas grandes que las mías y sobre todo ese delicioso olor a jabón mezclado con el olor de su piel, que no me cansaba de aspirar y memorizar.

Me encantaba mirarlo y me encantaba cuando me miraba.

En Nuestro quinto día , las últimas dos lecciones se dieron libres debido a reunió del profesorado. Optamos por irnos caminado y no esperar a los buses escolares, ya que era temprano. Nos fuimos caminado mientras nuestras manos se mantenían entrelazadas. La tarde era hermosa, tibia, con una ligera brisa. Como siempre el silencio pero no era incomodo , éramos nosotros no necesitábamos rellenar nada. Al llegar a la intersección en que nos debíamos despedir , colocó sus labios sobre los míos solo unos breves segundos y sé separo, me sonrío con esa sonrisa que me transportaba a un lugar cálido en mi corazón , lo miré y me acerqué a él y coloqué mis labios sobre los de él y presioné un poco, tratando de colocar en esa presión todo lo que sentía por este chico y sentí como presionaba sus labios también, y en un momento sentí como sus labios se abrían ligeramente y no se si fue por que lo vi en la televisión, si fue que lo leí o si fue que me lo contó mi amiga pero mi lengua rozó sus labios y eso fue todo, fue el principio y el fin.

Hay pocas veces en que recuerdas el momento exacto en donde algo cambia pero puedo asegurar que ese fue el momento en que me di cuanta que no era una niña, y me dio miedo.

Miedo por que al terminar ese beso supe que quería más besos como ese, miedo por que quiera sentirme como me sentí al sumergir mi lengua en su boca y él corresponderme con la suya, miedo por que me gusto sentirlo temblar por nuestro beso y miedo por que no se por que tengo miedo.

El baile de bienvenida era más bien una tarde juvenil en la discoteca. Luces, música ochentera , refresco gaseoso papas tostadas y chicles, todo lo que un principiante de adolescente necesitaba.

Bailar no se me daba y a él no le molestaba que no fuéramos a bailar. Como llegamos temprano podíamos tomar la mesita de fondo donde podíamos entretenemos perfeccionando nuestros besos y vaya que los perfeccionamos. Fueron las cuatro horas más satisfactorias. Yo estaba completamente en las nubes. Sus labios eran enloquecedores y yo me dejaba enloquecer, que más se podía decir entre hormonas y amor.

Los mese pasaban entre caminatas agarrados de las manos, besos enloquecedores y caricias que solo incluía sus manos en mi espalda y las mías en la suyas.

Faltaban solo días para las vacaciones de medio año, quince espeluznantes días en los que no lo podía ver y mi angustia crecía a montones, después de pasar cuatro mese juntos , quince días era una eternidad.
Nos despidos jurándonos que buscaríamos la manera de vernos, de estar un rato juntos.

Decir que la primera semana fue un martirio es poco, mi humor no era el mejor, mi madre me retaba a cada rato y mis hermanas no ayudaban en nada.

Un tarde mientras barría el patio escuché una moto parquearse a la entrada de mi casa salí a ver y mi corazón estalló, el estaba ahí, ahorcadas en la parte trasera de la moto de su hermano, me sonreía y no me cabía la menor duda de que estaba divertido viendo mi cara de sorpresa, Me acerque a él y tomo mi mano y me sentí desfallecer de la alegría. Estaba aquí junto a mí en solo verlo me hacía sentir súmame feliz. Aunque solo se quedó unos minutos fueron suficientes para no hacer la última semana infeliz.

De nuevo a clases.
De nuevo a la felicidad.
De nuevo a nuestras caminatas, nuestros besos, nuestros amor.

Lo notaba mucho más feliz, me sonría y me parecía que tenía algo que decirme, como que guarda un secreto que quería contarme. Lo acorrale y le pedí que me dijera, solo mencionó que no quería arruinar la sorpresa que me tenía. Que me esperara unos días y me mostraría. Bueno que me quedaba sino esperar.

El de " me gustas" a decir " te amo" es un gran paso, que como siempre él fue el que lo dio primero.

En una de nuestra caminatas giro mi rostro lo tomo entre sus manos , me miro, con esos hermosos ojos color miel me dijo" Te amo", puso mi mano en su corazón y me dijo" Siempre haz estado aquí y siempre lo estarás" luego puso su mano en mi corazón y me dijo " Siempre estaré contigo" y me beso, un beso tierno, húmedo y profundo, tan profundo como los sentimientos que él y yo teníamos el uno para con él otro.

Una tarde que salíamos temprano me pidió que aguardara en la plaza , que me iba a dar mi regalo. Me senté en una de las bancas y esperé, a lo lejos empezó a escuchar una moto y cuando giró veo que era el que venía manejando. Se estaciona junto a mi y me sonríe " Ya podremos vernos cuando estemos de fin de semana o de vacaciones " lo mire , le sonríe y lo abrace. " Quieres ser mi novia" gire a verlo y le dije que yo creía que ya era su novia. Soltó una gran carcajada " Si. Entones le podemos decir a tus padres" Me quede muda y volvió a reír.

Decir que las presentaciones no son lo nuestros es poco. Mis padres al igual que sus padres concordaban de que éramos muy jóvenes para ser novios, que mejor fuéramos amigos, que ser novios era para individuos más maduros.
Para no enredar las cosas les dijimos a nuestros padres que estaba bien, solo amigos, eso lo único que significaba era que él no podía venir a mi casa en plan de novios por supuesto yo tampoco a la casa de sus padres.

Esa negativa no nos detuvo y seguimos como antes, solo que los fines de semana no en las vacaciones nos podríamos ver. Había tardes en que nos quedamos un rato en la plaza viendo como conducía la moto de su hermano, realmente lo hacía bien. Se le había hecho a la idea de que aprendiera a manejar así cuando fuéramos adultos tendríamos nuestras motos y conduciríamos por las calles.

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⏰ Última actualización: Jan 08, 2022 ⏰

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