Capítulo 2

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Como el reloj no perdona, el tiempo pasó quizás rápido o lento, no andabas en mi cabeza, pero todo cambió cuando volví a verte después de tanto tiempo, fue increíble y la felicidad fue enorme como los monumentos o maravillas construidas por el hombre, tenerte cerca luego de mucho, fue una bendición en una noche especial para todos, caminé y me invadían los recuerdos contigo, solo con la mirada hacia abajo, una calle con flores en el suelo, cielo gris y el entorno callado y calmado, solo pensaba en ti.

A pesar de que no giraba todo tu ser en el mío, procuraba centrarme en mí la mayoría del tiempo, pero no evitaba poder escuchar de ti o tu presencia en ciertos días que permitían volvieras al mismo lugar. La alegría era a medias pero contigo cerca no hay forma de lo malo, la tristeza o cosas malas invadieran mi ser conectado escasamente a ti.

Aunque el destino, nos ha llevado en distintos caminos, siempre hay una forma en la cual nos ha puesto frente a frente o en el mismo lugar, como laberintos o calles cerradas que solo tienen una entrada y una sola salida, pocas son las palabras pero a la vez tienes como animar toda situación que se presente, buena o mala, pero tienes ese don, de hacer feliz con tu positivismo y sonrisa.


TODOS ESTOS AÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora