One Shots [Bnha]

Sweet Dreams

— ¡No!¡Suéltame!¡Déjame ir! — Se encontraba presa del pánico, las lágrimas corriendo por su rostro una tras otra, intentaba mover sus brazos pero le era completamente imposible...

Y despertó.

3 am como ya era costumbre.

El sudor frío recoriendole la nuca.

Y esa insesante sensación de no estar sola en la habitación.

Rápidamente saco su celular y encendió la linterna de este, caminando hasta llegar al interruptor de luz, reviso toda la habitación 2 veces para asegurarse de que estaba vacía y así era, pero aún así decidió revisar una vez más.

Todos sus compañeros creían que había superado su secuestro, que todo había vuelto a la normalidad, pero en la guarida de los villanos ocurrieron demasiadas cosas y las marcas de quemaduras en sus caderas se lo recuerdan día tras día, jamás volvería a ser igual, pues estaba marcada permanentemente.

Intento volver a conciliar el sueño, pero le era imposible, siempre que cerraba los ojos ahí estaba el, asechandola para volver a raptarla.

— Nunca serás libre tn~ te seguiré a donde vayas.

Estaba cansada, quería dormir aunque fuese una noche, así que haciendo uso de su Quirk se teletransporto hasta un departamento que conocía bastante bien.

∆∆∆∆∆

Su chico dormía plácidamente, se veía tan pacífico que realmente dudaba en si debía despertarlo o no, y más porque sabría que el chico haría preguntas, preguntas que ella no sabía si estaba lista para responder. Pero como obra del destino el peliañil entre abrió sus ojos.

— ¿Quien anda ahí? — Murmuro antes de sentarse torpemente mientras esperaba que sus ojos se acostumbraran a la falta de luz. — ¿Tn?¿Que haces aquí tan tarde?

Ella no pudo más, simplemente se abalanzó a sus brazos mientras las lágrimas le amenazaban con escapar, necesitaba sentirse segura.

— ¿Q-que sucede?¿Te paso algo? — Correspondió el abrazo un poco indeciso.

— No puedo dormir. — Se aferró aún más fuerte a el.— Tengo miedo Tamaki, ya no puedo comer, salir o dormir sin sentir que me siguen, que hay alguien mirando todo lo que hago.— Sus sollosos se hacían cada vez más fuertes.— Quiero volver a ser yo, pero no puedo por más que lo intente...

~ No quiero seguir revisando la habitación, o llorando cada vez que me miro al espejo, no quiero seguir diciéndole a todos que estoy bien solo para verme fuerte, porque no lo soy, ¡Estoy rota Tamaki!¡Rota!

A todas estas el chico se limitaba a acariciar su espalda intentando darle el mínimo de consuelo, de pronto se sintió tan malditamente mal, su chica sufría y el no se había dado cuenta, ignoro todas las señales, y creyó en todos esos dudosos "estoy bien" era un pésimo intento de novio.

— Yo... En verdad no sé qué decirte, no puedo prometer que todo mejorará pronto porque es algo que yo no se, pero si puedo prometerte que estaré aquí, no sé que te sucedió con los villanos y está bien si no quieres decirme, pero estaré aquí, cuando sientas miedo por las noches, cuando tengas ganas de llorar, me tendrás aquí para apoyarte.— Se separó del abrazo para tomar su rostro entre sus manos limpiando algunas lágrimas.— Porque jamás te dejaré sola.

∆∆∆∆∆

Estuvieron abrazados un rato más antes de que ambos se recostaran en la cama, Tamaki se dedicaba a repartir mimos a lo largo del brazo y la espalda de su chica y a contarle diferentes cosas para distraerla.

— ¿Recuerdas la vez que la academia realizó un baile? Ese día te veias preciosa.

— Es imposible olvidarlo, cuando estaba entrando te tropesaste con un camarero y caiste frente a todos.— Se le escapó una pequeña risa.

— Si, ¿Sabes qué? Mejor olvidemos esa historia.— Sus mejillas se tiñeron de carmesí, pero no pudo evitar reír también al recordarlo.

Y así estuvieron por al menos una hora divagando entre sus mejores ~y peores~ recuerdos juntos.

Y fue ahí cuando se dió cuenta...

— ¿Tamaki? — un pequeño ruido le hizo saber que él aún no se había dormido por completo.— Te amo.

Al fin estaba en su lugar seguro.

— También te amo, pequeña

Ambos lo estaban.