Gojo: Un Hechicero en la Sociedad de Almas

Capitulo 49: Mi nombre es....?(2)

En un infinito vacío blanco lleno de nubes, una niña y un hombre que podrían pasar por hermanos se enfrentaron.

A pesar de que uno de ellos llevaba una venda en los ojos, no había duda de que los dos se estaban lanzando una mirada desafiante el uno al otro.

A pesar de esta extraña sensación de tensión, se podía ver una sonrisa en la comisura de sus labios. Sin embargo, si esas sonrisas vinieron del fondo de sus corazones, era otro asunto.

"Chibi ... ¿Podrías repetir lo que dijiste?"

“Je. ¿Crees que soy consciente de mi altura? Mírame. Soy la encarnación perfecta de la ternura y la sensualidad en un solo paquete ".

"No me hagas reír, solo los lolicons estarían interesados ​​en ti".

“¡Jajaja ~! ¿Debo recordarte que nací de tu alma? ¿Qué dice sobre ti?"

A pesar de lanzarse golpes bajos el uno al otro, la sonrisa en sus rostros nunca se desvaneció. Fue hasta el punto de que cualquier espectador lo habría encontrado extremadamente espeluznante.

"Eh. Parece que necesitas una paliza ".

“¡Kyaa ~! Estoy tan asustado." Mostrando una expresión burlona de miedo, agitó la mano e hizo aparecer una espada en su mano, “Ven a mí. Quizás otra paliza te ayude a escuchar mi nombre, después de todo, necesitabas uno para venir aquí, ¿verdad?

La espada en su mano era diferente del zanpakuto de Gojo. Era una espada larga y curva con un mango blanco y negro.

La tensión aumentó por un corto tiempo antes de que Gojo bajara y relajara sus hombros lentamente.

Su última frase no tenía la fiereza anterior, sino una especie de amargura oculta en ella.

"¿Qué? ¿Ya no vas a pelear?

Gojo la miró profundamente, antes de apartar la mirada y evaluar una vez más su entorno.

Blanco. Blanco sin fin.

A pesar de que ya había estado aquí por un breve momento, había sentido que se estaba volviendo loco.

Entonces, ¿qué pasa con ella?

Es más, recordó su frase anterior.

"Aún no puedes oír mi nombre".

Recordó las veces que su espada había intentado alcanzarlo.

¿Cómo se sentiría llamar a alguien una y otra vez, solo para que esa persona siempre te ignore?

¿Cuánto peor te sentirías si el que te ignora fuera la razón de tu existencia, el que debería haber sido el más cercano a ti?

¿Cuánto dolor, tristeza, rabia y desesperación sentirías mientras te quedas solo en este vacío sin fin?

Al llegar allí, toda la ira desapareció de la mente de Gojo y fue reemplazada por un abrumador sentimiento de culpa.

"¡Detener!"

Este grito lo sacó de sus pensamientos.

Bajando la cabeza, miró a la pequeña chica frente a él una vez más.

La espada en su mano no estaba a la vista y esta vez ella le estaba mostrando la espalda.

“No necesito tu compasión. No caí tan bajo ".

"¿Puedes leer mi mente?" Gojo preguntó en voz baja.

"¿Leer? No, pero tú y yo compartimos el mismo sentimiento. Después de todo, éramos uno al principio. Aunque supongo que soy el único que lo comparte actualmente ".