epílogo dos (original)

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Nunca se sintió un frío como aquella mañana del miércoles, sin embargo, era lo menos importante para Renjun.

Podía sentir la brisa del frío de nuevo en su cara, podía respirar tranquilamente sin ningún temor.

Era libre.

Superar cada experiencia traumática que vivió fue realmente duro para él, un año en terapias y aún faltaban muchas sesiones más para que su mente dejara de jugarle malas pasadas con los recuerdos, con las veces en las que creía haber observado a los hombres que le hicieron daño. A todos ellos y especialmente a uno, al que inició todo privándole la libertad.

La cicatriz de aquella noche en donde la bala impactó su cuerpo aún seguía en el mismo lugar, por suerte no fue tan grave y logró regresar a salvo a casa, con su familia y amigos.

Jamás fue tan feliz como ese día en el que despertó y los ojos de su hyung fue la primera cosa que pudo ver, pudo llorar libremente y deshacerse entre los abrazos de Chenle. Pudo permitirse todo porque ya estaba en casa, a salvo.

Existió otra cosa más complicada aún, la dependencia. Habían noches en las que Renjun despertaba entre pesadillas, con la ansiedad haciendo presencia y empeorando su estado. Largas noches en donde no sabía si era real que fuera libre, noches en las que también pidió ver al sádico mercenario Donghyuck, fue un proceso demasiado doloroso y duro para él.

Sin embargo, ahora estaba ahí de pie un universitario soñando con ser médico, mejor renovado gracias a las infinitas terapias y el apoyo de su familia, incluyendo amigos también. No era un punto final aún, las crisis seguían ahí a pesar de todo, no estaba seguro de si algún día podría olvidar todo lo traumático.

Pero lo intenta.

─Renjun, ¿seguro que te encuentras bien?─ Escuchó la voz de su hyung cuestionarle con angustia, él asintió dedicándole una pequeña sonrisa.

─Nunca estuve tan bien como ahora, Chenle hyung.

─¿Le querías mucho?

Renjun, ahora con el cabello completamente rosa y mucho más renovado asintió.

─Le quería lo suficiente como para estar agradecido, Kim Jungwoo fue bueno conmigo.─ Declaró alzando la sombrilla que tenía en sus manos para poder observar a Chenle. ─Y en donde quiera que este, quiero que sepa que hizo un bien al protegerme.

Chenle dirigió sus ojos al ataúd que era bajado con cuidado, la llovizna sólo hacía más triste la lápida en donde únicamente estaban ellos dos como visitantes.

─Sus padres ni siquiera fueron al funeral hace un año, ¿verdad? También veo que no tenía amigos, nadie asistió al funeral, sólo tú y yo.

─Lo mínimo que debía hacer era darle un funeral, él salvó mi vida.─ Respondió con sus ojos clavados en la lápida, suspiró un momento y dejó las rosas en el lugar. ─Y yo fui su amigo, creo que es suficiente. Él estaría feliz, ¿sabes? No estoy seguro de que él lo supiera pero yo le tenía aprecio.

─Me alegra que entre tantas horribles personas, al menos una tuviera una pizca de humanidad.─ Murmuró Chenle rodeándolo en un abrazo cálido, Renjun lo correspondió rodeando la cintura del mayor con sus manitas. ─No sé que hubiera hecho si ya no regresabas, Injun.

─Chenle hyung, estoy aquí ahora y no me iré nunca. Prometimos ser garrapatas, ¿lo recuerdas? Además estamos juntos en la universidad, me ves todos los días, bobito.

─Yah, es cierto.─ Él ríe contagiando a Renjun, ambos riendo con serenidad como en los viejos tiempos. ─Mis ojos están viendo al futuro pediatra Huang, lo harás excelente.

deep web | renhyuck [RENJUN HAREM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora