La Sombra de Mi Sangre

Capítulo 2: El trauma

Tras colgarle la llamada a mi madre abrir mi móvil y me puse a observar todas las apps que tenía, para distraerme de lo que había sucedido. Al pasar un rato mi móvil empezó a sonar, era una llamada de hermana, la cogí y le dije:

-QUEEEE!

-...no hace falta que grites eh!-dijo mi hermana con tono de asco.

-QUE QUIERES COÑO!

-Dice la mamá que donde estas, nosotras estamos en el Primark.

-ME DA IGUAL.

-Pues vale,...chao.

*****

Ahora e llegado a tal punto de que odio todo y a todos así que cogí todo lo que tenía ahorrado, ropa de abrigo y me fui. Antes de irme pase por mis dos lugares de soledad, mi azotea(más bien la del vecino), y el río,una zona tranquila de noche donde solo había uno o dos amos y sus perros como mucho. Después me fui hacia el noroeste desde las vías del tren que habían cerca de mi ciudad y seguí todo recto...
Pasado unas dos horas desde que colgar a mi hermana me llegaron mensajes de todo tipo y de todos mis contactos-¿Dónde está?,Lia, contesta, tu familia esta preocupada, TE QUIERO EN CASA QUE CUANDO VENGAS LA TENEMOS...
Claramente los ignoré todos y seguí caminando, mi viaje me había llevado hasta un pequeño pueblo de apenas 30 persona...

Un mes después.

Había llegado a la puerta. Me dispuse a entrar y pasé de largo al conserje cogí las escaleras de la izquierda delante de mí, subí hasta la tercera planta, atravesé el pasillo de la derecha hasta la clase 305 y abrí la puerta de un golpetazo. Allí se encontraba mi profesora de castellano y mi clase. Adelante la pierna para dar un paso hacia delante, pero note mis piernas flojear, mi vista nublada y empecé a caer hasta desmayarme. Antes de eso pude ver las caras de todos, estaban rebosantes de horror miedo y pánico, parecían piedras, todo el espacio se había llenado de una mala vibración y un completo y rotundo silencio. Lo último que recordé de ese momento fue a todos levantarse gritando cosas como "ES LIA, NO HABÍA DESAPARECIDO" "LLAMAR A UNA AMBULANCIA" "LIA" "QUE COÑO...LIA" "AAAAAAAA"

Después de eso me desperté en el hospital, me dieron analgésicos, me cosieron las heridas y me dieron de baja. Cuando me dieron la baja mis padres me llevaron a casa, pero yo no hablaba, según los médicos era por un trauma y se pasaría, pero yo sabía que no era esa, yo había cambiado, si tan solo no hubiera ido a ese pueblo.

Después de una semana de reposo mis padres se dieron cuenta de que no era la misma, había tirado todas mis cosas y mis ropas estaban rotas, decoloradas por lejía y eran en mayoría negras y rojas carmesí.

Nota de la autora: me gustaría que apoyas en la historia recomendando la y compartiéndola si os gusta y no olvidéis votar. (◠‿◕)