·Capitulo 4·

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Llego el gran día damas y caballeros!!!!

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Francesca

Intento abrir los ojos completamente pero el sol me pega en la cara, segándome.

Me muevo un poco para taparme del sol molesto pero mi mano toca algo cálido y me despabilo instantáneamente. Abro los ojos y veo una espalda ancha, boca abajo y con un brazo debajo de la almohada.

Mierda, mierda, mierda. Que carajos hice ayer.

Me levanto de la cama asustada, me tapo con las sabana mi cuerpo ya que estoy desnuda y busco algo que me indique donde chotas estoy.

Porque no estoy en mi casa, tendría que estar en ella ahora mismo.

Mientras busco mi celular por la habitación, que al parecer, es como de un motel de los baratos, baratos, por la fachada que tenia. Las cortinas estaban rotas en los bordes, había humedad en las paredes y en una esquina creo que vi una cucaracha muerta. Qué asco.

¿Quién me trajo acá y porque yo acepte venir? Tal vez el chico que esta roncando en la cama me obligo a venir y yo como una imbécil acepte. Es una probabilidad poco probable.

Agarro el pantalón del desconocido para ver si, por casualidad, me robo el teléfono. También, me pudo traer acá nada más para robarme. Tal vez sabía que tengo dinero, me engaño y me iba a robar.

Respira, Fran, respira.

Todo tenía que ser un mal entendido. Solo nos debimos tomar un par de copas junto, vinimos acá, lo hicimos y ya está. Porque si estaba desnuda y el también, nos tuvimos que a ver tenido sexo o no.

Dios, estaba muy confundida. No me acuerdo nada de anoche por más que me esfuerce.

Cuando toco algo abajo del sillón donde estaba mi vestido, saco lo que menos me espero. Un anillo de compromiso. En su interior dice:

R.F tu demonio

Me agacho un poco más para encontrar el teléfono pero lo que encuentro es todo menos un celular. Saco un arma. Carajo.

Me alejo por inercia y me quedo con la alianza en la mano.

Con que loco dormí. Lo veo moverse y agarro la pistola sin basilar. Se usarlas, así que no me temblaron las manos cuando le apunte.

Se levanta y abre los ojos como platos cuando me ve. No lo conozco ni sus intenciones asique prefiero matarlo antes que él a mí.

-Tranquila, fiera-levanta las manos aunque no quita de su cara esa sonrisa.

Mierda, es el chico del baile. El que apareció en el bar. Me abra seguido, drogado, me violo y me trajo acá para matarme.

Me debí volver loca pero quien me podía juzgar. Estaba desnuda, en un lugar donde no conozco, no recuerdo ni como llegue, encuentro un arma y un anillo, que probablemente debe ser de el ya que yo no me case, nunca. Además de idiota, me metí con un hombre casado. Genial, lo que me faltaba.

Tal vez estaba sacando conclusiones muy rápido, tal vez estaba juzgando mal al chico pero que otra podía a ver pasado. Yo no podría a ver venido acá, jamás.

Un tiro al corazón [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora