Cerdo agridulce.

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Al saber que la prueba que cursaría sería probablemente la última de su vida, Wangnan Ja se prometió a si mismo que pasaría, quisiera o no.

Se estiró tratando de hacer el menor ruido posible, y, cuando se disponía a relajarse, un ruido que venía de fuera le hizo sentir escalofríos.

Toc, toc, toc...

Wangnan contuvo la respiración.

Toc, toc, toc...

Empezó a temblar temiendo que fuera alguien de los prestamistas, pero la voz suave y un poco tímida que vino del otro lado de la puerta lo hizo olvidar todos sus miedos.

- Esto, disculpe, soy el repartidor de *******servicio de comida, ¿Es este el departamento de Wangnan Ja? -

Wangnan suspiró, se disponía a abrir, pero entonces otra voz se escuchó.

- Querido cliente, ¿Vas a dejarnos al repartidor y a mí fuera? Eso no es muy cortés de tu parte.-

Wangnan rechinó los dientes, y abrió la puerta mientras maldecía mentalmente.

Mientras abría, el prestamista, Luker*,se apresuró a entrar y le mostró un folleto que tenía escritas las palabras "Dieta de riñones, dieta de corazón, dieta de..." Wangnan no se atrevió a leerlo todo, pues ya sabía a lo conducía.

- Eso, ¿Qué es eso?-

- Es un plan de dietas para tí, mi querido cliente. - Respondió Luker, tranquilo como si no fuera la gran cosa.

Wangnan se quedó callado y tomó la orden que Nya nya, el repartidor, había traído. Antes de que Wangnan pudiera pagar, Luker se interpuso y pagó por el.

- Ya que estoy aquí, le invitaré la comida a mi querido cliente.-

Wangnan respondió - Si es así, entonces hubiera pedido cerdo agridulce... Ah.-

Aquella luz en la oscuridad. khunBamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora