limerencia

eramos

eramos como dos depredadores intentando cazar juntos, con el único inconveniente de que teniamos objetivos distintos.
al parecer tu guía eran las estrellas y yo confiaba plenamente en la dirección que marcaba la luna.
te apoyabas en ellas y aún así, las confundidas con luciérnagas. pero que puedo pedirte, nunca entendiste a aquel triste brillo agonizante, ni su razón de extinción.
y que puedo pedirnos, si nunca entendimos nuestro amor, ni lo que buscabamos con el, así que jugamos con el tiempo y destruyó el deseó inexistente de estar juntos.
entonces y solo entonces, perdimos las ganas y con ellas la llama a la que nos aferrabamos, dejamos de hablar en las noches y no compartíamos más que miradas en las mañanas.
rompimos los lazos que nos ataban y ahora solo hay dagas que nos atacan.
ahora sin rumbo, buscamos nuevamente el ritmo que marca nuestro corazón. perdidos y regados por el mundo, aún nos acordamos de el nombre del otro.
entonces, vuelvo a pensar en lo que eramos, y ya no tengo miedo de decir que ya no somos los mismos que se amaron en la oscuridad del silencio y el llanto de los secretos, y se rompieron más de mil veces, tratando de construir a su contrario.