🍰 ៵ 𝐀𝖿𝗍𝖾𝗋 𝖼𝖺𝗿𝖾 ⸒

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—Estoy

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—Estoy... E-Estoy cerca, mhg —largó en un gemido quedito, apretando los brazos que los rodeaban.

—Y-Yo igual —gruñó por lo bajo.

Una, dos, tres estocadas más bastaron para que el rubio se descargara en el interior del castaño. Siguió con un pausado, pero duro, movimiento hasta que observó al menor dejarse ir en su abdomen soltando un agudo gemido ahogado, boqueando por aire mientras cerraba sus llorosos ojitos.

El rubio sonrió enternecido, agachándose un poco para dejar un beso en la perlada frente del menor, quien también sonrió cansado ante el contacto.

—¿La quieres con burbujas y sales, mi cielo? —preguntó despacio, corriendo un mechón rebelde del rostro del menor.

El aludido asintió despacio, jadeando después al sentir al mayor salir de su interior. Otro beso fue depositado, esta vez en su mejilla, antes de sentir el peso extra abandonar la cama.

Sonrió enamorado.

Escuchó la puerta del baño ser abierta, y segundos después la llave de la bañera abrirse. Se incorporó en la cama, quejándose bajo al sentir un pinchazo en su espalda baja, observando desde lejos al mayor hincado frente a la bañera vistiendo solo unos bóxers negros.

Se quedó observándolo unos minutos más hasta que este se levantó y giró en su dirección, sonriendo inmediatamente al conectar miradas. Hizo un puchero y extendió sus brazos en dirección del mayor, quien entendió lo que quería.

Sin borrar su sonrisa, el rubio caminó hasta la cama llegando justo al frente del menor tomándolo en brazos, siendo apresado por sus piernas y brazos inmediatamente como si fuera un pequeño koala. Soltó una risita al sentirlo esconder su rostro en la curvatura de su cuello, y volteó de nuevo hacia el baño.

Una idea cruzó por su cabeza, causando que una sonrisa traviesa apareciera en su rostro. Soltando una de sus manos, la estrelló contra el glúteo derecho del menor, sacándole un chillido y ganándose una palmada en su pecho.

—¡Hyung! —lo escuchó quejarse abandonando su cuello para mirarlo con el ceño fruncido y su cara sonrojada.

—¿Sí, bebé? —contestó divertido, dejando al castaño en la tapa del retrete quien lo miraba con un puchero y los brazos cruzados.

—No haga eso, es vergonzoso —dijo en voz baja, ocultando su rostro bajo sus manos.

El rubio soltó una carcajada, acariciando los castaños cabellos del menor, antes de inclinarse hacia su oído y susurrar.

—Eso no decías hace un rato, cielo —dijo ronco, ganándose otro chillido del contrario— Estoy jugando amor, ven la bañera está lista y justo como te gusta.

Con un puchero en sus labios se dirige hacia la bañera entrando en ella, esperando con sus brazos cruzados a que el contrario entrara con él. Cuando sintió el agua removerse tras de sí y un par de brazos apresar su cintura, se permitió soltar un suspiro recargando su espalda en el pecho contrario.

. ☁︎  ࣪ . 𝗮𝗳𝘁𝗲𝗿 𝗰𝗮𝗿𝗲 ⋆ vkook ‹3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora