Viktor estaba en la cama de su novio, con las manos apretadas en su regazo. Jayce estaba en otro lugar, probablemente en el baño, lo suficientemente lejos para que Viktor se sintiera solo.Sintió el peso de la situación presionar sus hombros y hundirlo más en la cama. Sus pies no se movían, ni siquiera distraídamente, estaba reprimido de la energía que desbordan sus piernas pero no podía escapar, del tipo que te provocaba ganas de correr un kilómetro o lanzar un puñetazo. Pero, a medida que se desarrollaba la situación, no podía hacer ninguna de las dos cosas, así que se sentó. Pensó en la última vez que estuvo en este escenario específico y en cómo ya no podía usar a su madre de excusa.
Jayce volvió a entrar en la habitación, recién duchado y con el agua aún goteando por sus brazos.
—Tu turno.
Viktor solo podía mirar a Jayce, algo que el hombre sin duda malinterpretó como lujuria desenfrenada y un impulso sexual violento, porque se rió mientras balbuceaba. —Vik, primero debes ducharte, hueles a químicos y grasa del laboratorio.
—Oh, por supuesto—. Murmuró, jugueteando con su bastón. Sus piernas temblaban fuertemente de camino al baño.
Jayce lo detuvo, agarrándolo del hombro para besarlo directamente en los labios.
—No tardes mucho.
Le tomó 15 minutos conseguir que sus manos dejaran de temblar lo suficiente como para desbloquear la abrazadera de su espalda y tardó otros 5 minutos en soltarse de ella. Su piel pálida tenía una capa de sudor cuando la retiró, tanto por el trabajo que requería quitarla como por la ansiedad que corría por sus venas. Estaba seguro que podría haber estado hecho de adrenalina en ese momento.
La ducha, que había estado abierta todo el tiempo, estaba helada cuando dio el primer paso. Su pareja, tenía un taburete de ducha para Viktor, agradeció a Janna que este hombre pudiera pensar en el futuro, pero también se sintió mareado por lo que eso podría implicar. Se sentó, dejando que el agua enfriará su piel caliente y calmará su corazón. Hubo un golpe en la puerta.
—V, ¿Estás bien? Ha pasado un tiempo desde que entraste a la ducha.
Cerró la ducha, escuchando el gorgoteo del desagüe.
—Sí, disculpa; mi corsé estaba siendo difícil—. Respondió.
A pesar de la ducha fría, su cuerpo volvió a ser un infierno.
—No te preocupes, solo quería asegurarme de que estuvieras bien.
—Estoy totalmente bien, solo dame un momento para secarme—. Viktor quería llorar, ansiaba acurrucarse en un rincón y sollozar hasta quedarse dormido. Quería que Jayce lo dejara solo, que no existiera cerca de él hasta que pudiera calmarse y recuperarse. En cambio, se secó.
Cuidadosamente se abrochó la abrazadera de la espalda; al menos podía controlar esta parte; podía controlar cuánto de su pecho se veía.
La puerta no crujió cuando Viktor la abrió, simplemente entró en el apartamento para revelar a Jayce en bóxers sobre la cama, jugando con sus pulgares.
—Estaba empezando a pensar que tenías dudas—. Bromeó, con una ligera sonrisa que solo acentó sus ojos esperanzados.
Viktor rió nerviosamente. —No, es sólo...— señaló a su pecho, —El aparato ortopédico. Es difícil poner solo.
Jayce sacó las piernas de la cama y se acercó a su novio, tocó la correa por encima del hombro.
—Podría ayudarte, la próxima vez. Haría cualquier cosa por ti—. Murmuró. Viktor podía sentir que se le calentaban las mejillas, el sudor se acumulaba bajo el aparato ortopédico.
—Claro, Jayce, te lo haré saber—. Dijo, con una sonrisa dolida.
El estado de ánimo de Jayce se enfrió.
—Vik, ¿estás bien con ésto? No quiero forzarte hacer algo para lo que todavía no estés listo.
Nunca se había sentido tan incómodo en su vida.
—Por supuesto. Estoy súper emocionado de tener sexo—. Sus últimas palabras quedaron suspendidas en el aire y tardaron en desvanecerse.
Las cejas de Jayce casi se encontraron con la línea del cabello.
—No quieres hacer esto—. Suspiró, dejándose caer sobre la cama. —Viktor, no necesitas forzarte hacer algo. No me voy a morir por falta de sexo o lo que sea que creas va a pasar, llevemos esto a tu ritmo.
La adrenalina había alcanzado su punto máximo y estaba flotando hacia abajo.
— ¿Estás seguro?—. Preguntó con miedo. —No quería hacerte ilusiones para después no estar seguro de hacerlo.
Jayce se burló.
—En primer lugar, estar contigo es suficiente, si quieres tener sexo, eso es una ventaja. En segundo lugar, por favor, no me veas como si fuera un perro rabioso—. Viktor se rió, sobre todo aliviado.
—Gracias, Jayce. Voy a ser honesto, estuve tan cerca de un ataque de pánico.
—No tienes que hacerte sufrir por mí. No soy un fanático del sexo, o lo que sea que hayas creado en esa mente tuya—. Jayce parecía afligido.
Se encogió, sintiéndose culpable, solo un poco.
—No pensé nada malo de ti—. Murmuró, raspando el suelo con un pie. —Simplemente no quería decepcionarte, o arruinar nuestra relación solo por mi miedo a tener sexo.
—Nunca podrías decepcionarme, no así. En la vida cotidiana, sí, pero no por eso—. Jayce suspiró, empujando a Viktor hacia su pecho.
Viktor levantó la cabeza rápidamente.
— ¿Cuándo te he decepcionado? ¡Soy un modelo de humildad y ética de trabajo! —. Jayce gruñó, su mano empujando la cabeza de Viktor hacia abajo.
No dijo nada por un momento, solo dejó que el aliento de Viktor se sintiera entre ellos.
Se quedó callado, reflexionando.
—Oh, no estabas bromeando—. Viktor le dio golpe en el pecho, empujándolo hacia la cama. —Soy literalmente perfecto, Jayce.
—Bien, perfecto es una palabra fuerte, pero recuerdas el "se desmayo en el laboratorio por exceso de trabajo"—. Viktor rechazó sus palabras, sentándose en las piernas de su novio y entrelazando sus dedos.
—Podría estar mejor—. Admitió con una sonrisa.
Le dio un beso en la mejilla a Jayce, dejando que su cabeza cayera sobre su hombro.
—Gracias, de nuevo, por tu comprensión. Han pasado años desde que estuve cerca de tener relaciones sexuales. Es ... abrumador. No me llevo muy bien con las situaciones íntimas como está.
La mano libre de Jayce tocó la mejilla de Viktor, frotándola con el pulgar.
—Nunca dejes que te presione, Vik. Jamás podré perdonarme a mí mismo si alguna vez hago algo que no te guste—. Apoyó su cabeza en la de Viktor. —Así que no me dejes hacer algo que te lastimé ¿De acuerdo?
—Está bien—. Respondió Viktor, finalmente calmado.
Podría acostumbrarse a esto.
Palabras: 1077.
Autor y traducción: DragYellow5 (snacktheif)
Notas: ¡Hola! ¿Cómo están? Bueno, ésto se basa en una experiencia personal que quería sacar de mi pecho, disculpa si es muy insípido y las faltas ortográficas.
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Heat of the Moment [JayVik]
FanfictionViktor siente ansiedad por el sexo y teme que esto afecte su perfecta relación con Jayce. -Los personajes no me pertenecen, son de Riot Games. -Autor del dibujo utilizado para la portada @tupstann -Traducción de inglés a español.