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Muchas cosas que hacer. 

—¿Aceptas el trato? - dijo aquella mujer mientas estiraba su mano hacia mi.

Con un poco de duda tome su mano y la estreche, —Acepto— la mujer sonrió poco después de escuchar mi respuesta, pocos segundos después unos cuantos brillos salieron a nuestro alrededor, y pronto mi cabeza se encontró adolorida y confusa.

mis ojos lentamente se fueron abriendo y pude notar a mi querida abuela, ella tenia en sus manos un pequeño pañuelo blanco, sus ojos se veían completamente hinchados, y parecía  que hace días no dormía, intente hablar, pero no pude.

Rápidamente un doctor se acerco a mi y con una lamparita me reviso los ojos. 

Por lo que había entendido del contrato en el momento que yo despertara no tendría ningún dolor y el ángel me aseguro que mis días comenzarían a contar una vez yo este fuera del hospital. 

Y al parecer el ángel se había equivocado, pues mi cabeza me dolía terriblemente, sentía como si miles de niños llorones estuvieran haciendo berrinche en el cuarto 

Pero eso no era lo importante, en lo que me tengo que enfocar es en encontrar a mi mamá, antes de que mi contrato termine, por nada del mundo me tengo que distraer. 

Tengo 100 días para encontrar a mamá. 

(...)

Los días en el hospital pasaron rápido y dos semanas después me dieron el alta, por lo que había entendido mi hermano pequeño estaba al cuidado de mis abuelos y tíos, por que aun no encontraban a mi madre. 

Mi abuela  ofreció su casa  para cuidarnos y yo no me pude negar, pues yo estaría mucho tiempo ocupada buscando a mi mama y no podría cuidar de mi hermano. así que nos mudamos a la casa de la abuela. 

—¿Cómo mierda fue que termine en el hospital?— la duda me comía, aunque la verdadera pregunta fue, —¿Cómo rayos morí?

Por lo que el ángel me dijo al llegar fue que tenia dos opciones, rendirme en la búsqueda de mi madre o firmar un contrato de 100 días para encontrarla, pero si yo en ese lapso de tiempo no lograba encontrarla no habría una tercera oportunidad. 

El ángel me puso varias reglas  y me dio muchas explicaciones, sinceramente no recuerdo mucho de lo que me dijo, pero bueno primer día fuera del hospital, corre el tiempo para poder cumplir con lo prometido

tenia que ponerme en contacto con varias personas de mi agencia para lograr encontrar una compañera o compañero que me ayudaran a hacer la búsqueda un poco mas rápida.  

tome mi teléfono y vi que no tenia nada de carga, claro dos meses y dos semanas en el hospital era mucho tiempo y era claro que mi teléfono no aguantaría con pila hasta que yo volviera, busque entre mis cosas el cargador y poco después lo conecte al enchufe, la pantalla se ilumino para indicarme que el teléfono se estaba cargando. 

—desearía tener un Nokia, a esas cosas casi nunca se les acababa la pila— pensé mientras jugueteaba con mis dedos 

Me puse a pensar en el contrato y lo duro que seria cuando yo tuviera que regresar con la persona que me brindo la segunda oportunidad. 

—No puedo seguir esperando a que mi teléfono se cargue— tome mi bolsa y salí de mi cuarto, al bajar las escaleras ví que mi abuela estaba apunto de subir.

—Voy a salir abuela, necesito ver cómo van las cosas en mi agencia.— intente bajar pero ella me sostuvo de la muñeca.

—Sera mejor que descanses, te acaban de dar el alta, no seas terca.

Lo Que El Contrato Dure.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora