Sillón

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Dos días pasaron desde que Shadow le hablo por última vez, dos días en que la pasó durmiendo en el sillón.

Dos días en los cuales no ha visto a Shadow cuando se levanta, o cuando va a desayunar teniendo así que hacerse el desayuno él solo.

Y todo porque no lo dejaba tener un estúpido gato, ¿Cuál era esa necesidad de tener uno?

— Tener un gato es mucha responsabilidad -hablo para si mismo mientras lavaba la ropa a mano— ni sus calzones lava y quiere un tonto gato

Refunfuño por lo bajo, fregó con más fuerzas las prendas de ropa blanca y gruñó frustrado.

— Y si le doy uno de peluche? -reflexiono, entrecerró los ojos y dejo de maltratar a la ropa— talvez así deje de joder

Se rasco el mentón y miro el cielo, totalmente despejado y sin indicios de que sería un mal día.

Desgraciadamente el peluche no le iba a asegurar que volvería a dormir en su cómoda cama al lado del erizo que ama.

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Shadow tomaba con tranquilidad un té, su séptimo té, no se encontraba en casa, eso ya se había notado.

¿Y dónde se encontraba nuestro inchapelota favorito?

En la casa del erizo azul, que en Sonic X fue confundido con el negro, en fin. ¿Sabían qué cualquier cosa en exceso hace mal?

— Shadow, querido amigo, yo sé que el té es rico y todo pero... podrías dejar de tomar tanto? Estás acabando con mi té favorito!

— Calla! Tú no entiendes mi frustración!

— Qué frustración? Sólo estás en modo berrinchudo porque Scourge no te deja tener un gato!

— No estoy haciendo un berrinche!

Ambos se miraron con molestia, gruñendo se, parecían dos gatos que se desconocieron por estar de parranda toda la noche. Hasta que llegó la segunda persona que vive en esa casa a poner paños fríos en la discusión. Al menos hará el intento

— A ver, niñas, cálmense

Mephiles había llegado hace unos segundos, luego de haber ido a correr desde muy temprano, encontrándose con el mismo escenario de hace dos días.

Su pareja y amigo peleándose, pero está vez por el té.

— Sonic, puedo ir a comprar más té luego -se dirigió al azulado con voz tranquila pero con un tono de regaño, luego enfoco su vista en Shadow— esa sera tu última taza de té, tomar mucho te hará mal -se acerco y guardo la caja de té en un lugar dónde Shadow no pudiera alcanzar la, recibiendo un bufido de disgusto por parte de Shadow-

— Al cabo de que no quería seguir tomando -terminó de tomar su té y fue a lavar la taza-

— Cállate, Shadow

Sonic se cruzó de brazos y refunfuño, ya no le gustaba que Shadow invada su casa hasta el anochecer sólo porque esta molesto con Scourge.

— Por cierto, me puedo quedar a dormir?

— Duermes en el sillón -respondieron ambos dueños de la casa-

Al final Shadow se fue indignado a casa, no iba a dormir en el sillón.

¡Quiero un gato! (Shadourge) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora