1

320 10 10
                                    

1

Todo empezó el primer día de instituto. Las cosas con los caídos se habían puesto bastante peliagudas, y pronto se necesitaría a mi protegida, por lo que debía convertirme en su mejor amiga e intentar prepararla para lo que le esperaba. Me adentré en el aula de Biología, mi primera clase. Vi un sitio libre detrás de donde estaban sentados Gaelle y su mejor amigo, Lyon. Mi protegida tenía el pelo rubio recogido en un moño despeinado y su habitual flequillo recto, que paraba justo antes de sus preciosos ojos verdes. Necesitaba interactuar con ellos de alguna manera, por lo que tropecé "inconscientemente" y me caí al suelo, justo a su lado. La conocía lo suficiente como para saber que no se resistiría a ayudarme, después de todo, la llevaba cuidando y prácticamente educando desde que era un bebé. Como supuse, se agachó a mi lado y me recogió los libros desperdigados por el suelo, mientras su amigo me ayudaba a levantarme.

- Hey, ¿estás bien?

- Sí, sí, suele pasarme, soy bastante torpe -me río, nerviosa, debo parecer una adolescente normal y hormonada-. Muchas gracias... em..

- Lyon Young. Y ella es Gaelle, mi mejor amiga.

- ¡Oh por la Etérea!, en serio, mil gracias chicos. Yo me llamo Aileen. Aileen Woods. Encantada de conoceros.

- Por.. ¿la Etérea? ¿Qué es eso, Aileen Woods?

Oh, realmente había metido la pata. Estaba tan acostumbrada a jurar por ella, que simplemente se me escapó. Pero por suerte, justo cuando iba a responder cualquier tontería, entró en clase la profesora. Gracioso, el primer día de clase y ya podía usar esa típica expresión que tanto había escuchado, había sido salvada por la campana.

Después de esa horrible clase, me separé de mi protegida y no coincidimos ni si quiera en la hora de comer. Por fin, solo me quedaba una clase, Literatura, por fin algo que me interesaba. Sin esperanza de encontrarme con ella, y sin ganas de conocer a gente nueva, me senté en la última fila, que curiosamente siempre estaba vacía. Cogí mi diario, y comencé a escribir los avances del día. Pero una mano apareció en mi campo de visión, arrebatándomelo.

- Interesante, un diario. -dijo un chico, con intensos ojos azul oscuro y cabello negro.

- Devuélvemelo.

Se lo quité y lo apreté contra mi pecho, podrían pasar cosas horribles si alguien leyera esto. El chico, sorprendentemente se sentó a mi lado. Los ángeles no solemos pararnos a ver la belleza exterior, y menos de humanos, pero debía reconocer que el chico era terriblemente atractivo, casi con nuestra belleza natural. Justo antes de que empezara la clase, se inclinó hacia mí, y me susurró unas palabras que me hicieron temblar:


- Mi nombre es Will Hunter, y sé lo que eres.


————————————————————————————————————————————————————————-

Si... prometí un capítulo más largo peeeeeero... no tube tiempo :(

Espero que os guste...

PD: Creo que mañana actualizaré de nuevo :3

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 15, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ángeles y CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora