Capítulo Cuatro

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"Si no te dejas de mover, te voy a quemar. Quédate quieta, por Merlín" Le espeté a Pansy mientras ella se movía nerviosa frente al espejo. La estúpida cosa no sabía cómo peinarse, aparte de esa cola de caballo rizada que usaba con demasiada frecuencia.

"Lo siento. Estoy demasiado nerviosa. Déjame en paz." Ella resopló mientras se ponía demasiado perfume, concentrándose principalmente en su pecho.

Ella era una cosa lamentable. Haciendo todo lo posible para impresionar a un chico al que solo le preocupaba lo que tenía en medio de sus piernas. Ella tenía que saber eso, ¿verdad? Draco Malfoy no era del tipo de cortejar a una chica y llevarla a cenar y todas esas cosas románticas. Él era el tipo de sexo casual. Sin relaciones. Sin ataduras. Sin emociones.

Otra de las cosas en que nos parecemos. No teníamos miedo de los títulos de rompecorazones que nos habían dado. En esta edad, las relaciones son una pérdida de tiempo. Este era el tiempo para ganar experiencia, no para estar atados a una persona. Las relaciones solo causaban problemas. El sexo era una solución fácil para los contratiempos de la vida.

"Pansy... suficiente. Es suficiente perfume. ¿Estás intentando sofocarme aquí?" Le quité el perfume de las manos y la vi asqueada por el olor a caramelo en el aire.

"No..." ella suspiró impotente

"Esto... Esto huele horrible, Pans. Como una prostituta o... a una niña de 10 años"

Me encogí al oler la punta de la botella del perfume.

"Usa este. Huele mucho mejor que esa vil mierda." Le pase mi botella de perfume. La agarró cuidadosamente y roció un poco en el aire para olerlo.

"No, no, no. Eso no me gusta. Me da dolor de cabeza." Ella negó con la cabeza y arrugó la cara.

"Es vainilla y bergamota, Pansy. Mejor que oler a regaliz puro" Rocíe mi pecho y mi cabello, asegurándome de aplicar un par de gotas detrás de mis orejas y entre mis senos. Golpee mis muñecas con poco de perfume y Pansy se tapó la nariz mientras salía rápidamente del baño.

Puse algunos rizos en mi cabello para refrescar los que había hecho esta mañana. Mi cabello parecía estar creciendo una pulgada por semana. Los rizos de color marrón oscuro casi negro, llegaban a la mitad de mi espalda y tenían un brillo magnifico.

Esponje mi cabello mi cabello en la coronilla mientras decidía qué hacer con mi maquillaje. Nada muy elegante. La Sala de los Menesteres siempre parecía 10 grados más cálida que el resto del castillo todo el tiempo, eso sin los casi 100 cuerpos calientes bailando y bebiendo en el.

Puse dos líneas de color marrón oscuro sobre la línea de mis pestañas en ambos ojos, haciendo que mis ojos verdes resaltaran aún mas. Era un secreto que había aprendido cuando era niña cuando veía a mi madre maquillarse.

Mis largas pestañas fueron cubiertas cuidadosamente con rímel, haciendo que mis ojos se vieran como los de un gato.

"¿Ya estás lista Rosie? ¡Son las 11:15!" Pansy me gritó desde la habitación. Ella, Daphne y Millicent estaban listas para irse, no solo esperándome

"Un segundo perras, y Pansy relájate. Malfoy no va a ir a ningún lado" Respondí, poniendo una fina capa de brillo sobre mis labios rosados y volví a la habitación.

"Solo me cambio y estoy lista" Levanté una mano

"Date prisa, perra" Millicent bromeó, haciéndome señas con sus manos.

Falda negra. Mi falda negra favorita. Era lo suficientemente floja, pero ligeramente pesada, lo que permitía que la tela abrazara mis curvas. Me abotone con cuidado un cardigan cortado que parecía que le podría quedar a una niña. Elegante, lindo, atrevido. Perfecto.

The World and Her Stars || ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora