coincidencias inesperadas.

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"¡Por favor, te lo ruego, máteme ahora!"

"En serio, eres patético." Sasuke estaba pisando la cabeza del tipo, el cual tenía dos prensas en los brazos y piernas que estaban casi destrozadas. "Dime, ¿cuántas personas mataste?" Sacando unos cuantos papeles. "Tres niñas, dos hombres adultos y cuatro mujeres embarazadas, sin dudas eres un monstruo." Tirándole los papeles a la cara. "Pero debo decir que no me creo que solo sean esas víctimas, dime qué más has hecho."

"Púdrete." El sujeto le escupió en la cara.

"Sí, sí." Limpiándose la máscara con una de sus mangas. "Sabes, soy muy bueno con los animales." Sacando una caja del tamaño de un niño pequeño. "Sabes, hay algo muy divertido que quiero descubrir." Poniendo una caja en el abdomen del sujeto. "Sabes, en la antigüedad ponían una rata en el ombligo de los prisioneros condenados a la tortura." Metiendo la mano en la caja. "Pero lo haremos más interesante." Sacando un demonio de Tasmania el cual gruñía y rugía furiosamente. "Sus colmillos y garras son lo suficientemente fuertes para desgarrar los huesos y carne como si no fueran nada, dime ahora, ¿me dirás dónde pusiste los cuerpos?"

"Te lo diré, pero por favor, aleja esa cosa de mí."

El demonio de Tasmania quiso morder el brazo de Sasuke, pero al ver su cara, se calmó. "Bueno, mi pequeño acompañante ya se calmó, pero ahora dime dónde están."

"Detrás de la iglesia, el padre me ayudó, siempre y cuando dejara que él hiciera todo lo que quisiera con las niñas y mujeres."

"Ya veo, gracias por la información." Acercándose, el sujeto pensó que lo liberaría, pero solo abrió la caja que estaba encima del estómago y metió al demonio de Tasmania. "Diviértete como querías." Dejando que las súplicas del sujeto se perdieran en el aire. "Y ahora, padre, ¿tienes algo más que decir?" Frente a él estaba el padre de la iglesia, el cual estaba crucificado en una cruz. "No tienes nada que decir." Mirando el cuchillo que estaba en su mano. "Claro, tienes la mandíbula dislocada y te saqué todos los dientes con un alicate, pero tú no te debes preocupar, con tantas oraciones y bondades hechas ante los ojos de Dios, te irás al cielo, ¿verdad? Me siento estúpido al hablar con casi un cadáver." El padre frente a él solo gimoteó de dolor. "Bueno, nuestra hora se terminó." Sacando un fósforo, lo lanzó a la pila de paja que estaba debajo de los pies del tipo. "Que la gracia de Dios lo proteja, padre." Saliendo de ahí junto al demonio de Tasmania que estaba a su lado.

Dos horas después, Sasuke estaba junto a Madara recibiendo el pago del mes. "¿Qué harás con el animal?"

"Me lo llevaré, es muy obediente si sabe lo que le conviene." Dando un chasquido con sus dedos, el demonio de Tasmania se echó a los pies del Uchiha.

"No me interesa qué hagas con él, pero ya sácalo de aquí, que me está destrozando los muebles."

"Me retiro, Madara-sama." Haciendo una reverencia, se fue junto con el animal en su hombro. En estos momentos, Sasuke agradecía que su gabardina fuera muy resistente. Sasuke llegaría al puesto de ramen notando a Naruto, el cual estaba comiendo con mucho entusiasmo. Sacando su gabardina, la cual tenía todas sus armas blancas. "¿Qué estás haciendo, Naruto?"

"He?" El rubio solo dejó el ramen en la mesa. "Solo comía ramen."

"¿Dónde está Naruko? Ella usualmente come contigo."

"Ella encontró un trabajo."

"¿Un trabajo?"

"Sí, ayer vino emocionada diciendo que ya no tendré que esforzarme tanto." Sasuke sonrió con calma. El chico sabía que Sasuke rara vez sonreía, tan solo lo había visto sonreír con su hermana o con Satsuki. "¿Te unes a comer ramen conmigo?"

rescatando a un zorro (Naruko x Sasuke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora