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ChanYeol saludó a la mayoría de invitados por mucha mala gana que sintiera no podía lucir mal educado, no quería escándalos más grandes de los que ya tenía.
Salió a despejar su mente a uno de los balcones altos de una de las ventanas y pudo notar a dos personas discutiendo, una de las voces la supo identificar y la otra suponía que debía ser el amante de SeHun, pues oyó claramente su nombre.
No le interesaba meterse en asuntos que no eran suyos, decidió retirarse no le gustaba la idea de escuchar aquella discusión y tener que abogar por su amigo.
KyungSoo había visto toda aquella escena donde el niño bonito le hablaba cariñosamente a su novio por eso decidió ponerse a comer mientras cantaba casi en susurro la canción que estaba de fondo, solo le quedaba cerrar los ojos e imaginarse en un mundo paralelo donde su Hunnie fuera solo suyo.
Estaba tan perdido en sí mismo que no notó la presencia de alguien a su lado, no le tomó importancia, de seguro era uno de los tantos hombres que se le habían acercado más antes.
—Está aburrido, ¿no? —habló una voz grave que claramente no había escuchado antes, abrió sus ojos encontrándose con el de cabello castaño. Observo con descaro cada parte de este desde su ligeramente rizada cabellera hasta los brillantes zapatos negros.
—Si quieres puedo darte una foto, te voy a cobrar, obvio porque esta obra de arte no se consigue en cualquier lado. —soltó con sarcasmo.
Soo notó que este chico no era nada parecido a los demás, se miraba elegante, con un cuerpo algo fornido que se podía visualizar por el traje, y era un poco más grande que su SeHun, con un porte varonil y seguro, aspectos que muy pocos lucían.
—Park ChanYeol —se presentó al ver que el chiquillo no respondía, extendió su mano de manera cordial.
—Un placer, señor Park —Extendió su mano aceptando el saludo de este otro—Me han hablado mucho de usted.
ChanYeol analizaba disimuladamente cada parte del joven ahí presente, lucía bien y era educado, él no era el típico niño caprichoso que iba a responder con alguna majadería y eso le gustaba.
—Espero que solo cosas buenas. —dijo ofreciendo una sonrisa amistosa impregnada de seguridad.
—Claro que cosas buenas, ahora si me disculpa tengo que ir a hacer una llamada. —Se levantó de su lugar despidiéndose amablemente del dueño de la casa.
[...]
El celular repicaba y era lógico después de perderse casi media hora con aquella inesperada sorpresa.
—¿Amor? ¿Dónde estás? Llevo rato buscándote. —Dijo el descarado SeHun.
—Estaba comiendo cariño, ahora estoy tomando un poco de aire, pero ya regresaré adentro no te preocupes. —Para KyungSoo ya había suficiente tiempo regalando a su novio y era hora de tenerlo de regreso.
Llegó adentro y vio acompañado por dos hombres a su futuro esposo, se dirigió decidido a dejar una buena impresión de él, haría que hasta el tal BaekHyun lo amara.
—Mi amor —le habló por detrás a SeHun, asustándolo, hoy Hun andaba demasiado nervioso.
—Mi bebé —le dijo y le dio un beso rápido para evitar enfurecer a BaekHyun.
—Te presento a Park ChanYeol, mi jefe y a su compañero BaekHyun. —señaló a los dos hombres.
Fue costoso convencer a ChanYeol de que actuara como pareja de BaekHyun y sabía que después las tendría que pagar, pero lo logró.
—Un gusto volver a verlo señor Park —ofreció una bonita sonrisa quebrando aquella tensión, miro a BaekHyun y se dirigió a él.
—¡Oh por Dios! Que lindo eres —dijo sorprendiendo al enojado rubio.
BaekHyun nunca había conocido a KyungSoo, pero suponía que debía ser demasiado lindo como para que SeHun no se separara de él, la palabra lindo le quedaba corta. El famoso Soo era hermoso, lucía bien y tenía un aura bastante amable, por una parte, se sintió culpable por ser consciente de la infidelidad que estaba cometiendo su amante, pero BaekHyun también lo quería para él o bueno eso fue antes de conocer al millonario ChanYeol.
—Gra...gracias tú también lo eres —lo que dijo fue sincero.
—¿De qué hablas? Eres tan lindo y te ves tan elegante. Te tengo envidia —hizo un pucherito robando el corazón de los presentes. — Espera... Este traje es de lo más novedosos, mira que sorpresa, eres tan bonito y sabes bastante bien de moda.
—Pero tú no te quedas atrás, me encanta como te ciñe ese saco además tienes una bonita cintura —y listo, BaekHyun había caído.
Park miraba toda la situación con ganas de reírse, si tan solo KyungSoo supiera que estaba hablando con el amante de su esposo no pusiera esa carita adorable, ni dijera tantas cosas bonitas.
Por su parte el azabache estaba asustado por las reacciones de ambos, nunca jamás en su vida se imaginó que su novio y su amante se llevaran tan bien, eso era malo... Muy, muy malo.
SeHun se acercó un poco más al lado de ChanYeol y le susurró unas cuantas palabras.
—Hablemos. —Park entendió y lo siguió no tan lejos para que no pensaran mal.
—Se te junto el ganado querido amigo. —se reía burlándose de su empleado, la situación era graciosa, que lástima que el azabache no pensara lo mismo.
—Necesito que distraigas a mi Soo, necesito hacer que BaekHyun se vaya. No me gusta para nada la idea que sean amiguitos. —tragó duro.
—¿Hay algo que no me estás contando SeHun? — preguntó curioso.
—Promete que no te vas a reír. —respondió serio.
—Depende —soltó burlándose.
—¡Prometelo Park! —casi le gritó a su amigo.
—Ya, no te alteres. —levantó su mano para prometerlo—. Lo prometo.
—BaekHyun es versátil —soltó sin vacilar.
—¡Estás Jodido SeHun! —la situación ya no era nada graciosa, aunque quisiera reírse.
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