formula of love; martuli

one; scientist

martina's pov

Eran las 6 a.m. cuando me di cuenta que seguía en el laboratorio, este nuevo proyecto en el que estaba trabajando me está llevando más tiempo de los esperado y apenas me está dando tiempo para vivir mi vida.

Estaba trabajando en el estudio del cerebro básicamente, en como reacciona al cariño, al afecto, a los sentimientos, a la atracción mutua, algunos lo llaman amor y si me preguntan a mi, no sabría como llamarlo.

A lo que las personas lo llaman "enamorarse" yo lo llamo pérdida de tiempo, nunca en mi vida le encontré el sentido a la palabra "amor" incluso desde antes de volverme científica, cuando era adolescente pensaba exactamente lo mismo, quizás era por el hecho de que nunca en mi vida me sentí atraída por ningún chico de mi colegio, aunque siendo sincera, eran todos unos idiotas.

Cuando terminé el colegio y empecé la facultad, conocí a un chico llamado Ramiro, él fue el único con el que sentí una mínima atracción, salimos por unos meses y nunca llegamos a ser una pareja oficial ya que yo sentía que realmente no iba a funcionar.

Luego de eso, simplemente empecé a tener "citas" o encuentros de una noche, salía a bares y me divertía con mis amigas, cuando un chico se me acercaba simplemente estaba con él hasta que me empezara a preguntar por mi número para conocernos "mejor", básicamente un código para "quiero que salgamos para luego ser una pareja" algo a lo que yo me negaba rotundamente.

Y ese es el resumen de mi vida amorosa, si es que se la puede llamar así, siempre me llamó la atención el amor aunque dijera que no tengo tiempo para el, por eso decidí empezar con este proyecto que si tengo suerte, podría ser muy éxitoso, yo ya de por sí ya era bastante conocida en el mundo de la ciencia, pero hace mucho tiempo no tenía un ensayo o proyecto tan exitoso como el que disparó mi carrera.

Perdiendo nuevamente la noción del tiempo, escuché la puerta del laboratorio abrirse, levanté mi vista para ver a una muy enojada Camila, mi mejor amiga desde la infancia.

-¿Se puede saber qué haces a las 8:00 a.m. con 5 tazas de café alrededor en el laboratorio? -Dijo molesta. A Camila le preocupaba mucho que pasara tantas horas encerrada.

-Llegué temprano para trabajar en el nuevo ensayo lo juro. -mentí para que no empezara a darme un sermón de lo mal que hacía que este todo el día trabajando a mi salud.

-¿Te pensas que te conocí ayer? ya sé que estas desde ayer acá y que no fuiste a tu casa.- suspiró - Y ¿cómo vas con tu proyecto de negación al amor? -preguntó sarcasticamente.

-Bastante bien para tu información. -respondí -Mañana ya voy a empezar a entrevistar a los voluntarios. -le comenté orgullosa.

-Me alegro por vos, aunque a la vez no tanto, no sé cuando vas a parar con ese tema de la negación a enamorarte. -me dijo.

-No es negación, Camila, realmente nunca me enamoré y este estudio quizás me de algunas respuestas además de reconocimiento. -contesté algo enojada.

-No podes vivir estudiando las cosas Martina, de eso no se basan los sentimientos, no es una ciencia que podes estudiar perfectamente, el amor te sorprende y te deja sin palabras, deja de usar tanto la mente. -trató de explicarme.

-Todas las personas con las que me intentaron emparejar no me llamaban la atención para nada.

-Pero eso es porque todavía no conociste a alguien que te haga sentir enamorada, te juro que cuando vengas a hablarme de una persona que te tenga totalmente hipnotizada, voy a reirme y a repetirte todo el tiempo "te lo dije".

-Bueno si si lo que digas, ahora decime porque viniste hasta acá, porque si fue solo por eso me hubieras mandado un mensaje. -le dije finalizando con ese tema.