Capítulo Doce

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Sin duda alguna, eso explicaría la forma en que Jin siempre quería estar encima de él, tocándole. Y la manera en la que había empezado a dormir en la cama de Kook por la noche, y le había hecho saber que él era bienvenido en la suya.

Aún podía recordar la primera vez que él había aceptado la oferta tácita de su compañero de cuarto. Había sido a mitad de su segundo año, y él y Jin ya llevaban viviendo juntos un tiempo, y se lo habían pasado en grande. Jin había aterrizado un
par de veces en su cama, sobretodo cuando ambos habían bebido demasiado, pero Kook nunca le había devuelto el “favor”.

Pero esa noche, la madre de Kook le había telefoneado para decirle que Jonsey, el perro que había tenido desde que estaba en quinto grado, había sido finalmente llamado a la Gran Perrera del Cielo, después de perseguir al auto equivocado. La noticia le dejó hecho polvo, y fue a la habitación de Jin casi sin pensarlo. Su compañero de cuarto estaba acostado en su cama leyendo un libro de texto, pero lo cerró apenas echó una mirada a la cara de Kook.

─Hey, hombre, te ves como una mierda, ¿qué diablos pasó?─ había preguntado Jin dulcemente, haciéndose a un lado para hacerle sitio. Kook se había encogido de hombros

─Mi mamá acaba de llamar. Mi, eh, mi perro murió. Es estúpido, lo sé, pero lo tenía desde que era un niño. Quiero decir, él ya estaba realmente viejo, pero creo que nunca pensé…

─Hey, de ninguna manera, hombre. No es estúpido. Los perros son maravillosos como amigos. Duele cuando pierdes a una mascota que has tenido durante mucho
tiempo. Duele como la mierda.

─Uh, huh─ Kook aún vacilaba, de pie al lado de la cama, sin saber qué hacer.

─Ven aquí─ Jin dio unas palmaditas a su lado, tentándolo ─Sácatelo de encima. Está bien.

Kook se había hundido con gratitud en la cama y en los brazos de su amigo. El pecho de Jin había sido cálido y duro bajo su mejilla, y Jin había sido lo suficientemente amable para no decir nada cuando algunas lágrimas calientes se deslizaron bajo las pestañas de Kook y mojaron su camiseta. En cambio, había abrazado fuerte a Kook, y le hizo sentir mejor, sin decir una palabra. Nunca lo habían comentado, pero después de eso, habían pasado más tiempo durmiendo juntos que separados.

Kook nunca se había sentido tan solo como en la última semana, sin tener el cuerpo cálido y musculoso de Jin a su lado en la oscuridad. Pensó que podía comprender por qué YoonGi pensaba que se sentía desgraciado, es porque era desgraciado. Más desgraciado de lo que recordaba haber sido en toda su penosa vida. Y todo por que Jin se había ido. ¿Podía él realmente achacar esos sentimientos a la pérdida de alguien que era sólo un amigo?

Entonces, algo de lo que YoonGi había dicho, le chocó por primera vez. ─Espera un minuto, ¿me estás diciendo que Jin es realmente gay? ¿Qué ha estado enamorado de mí, y actuando todo este tiempo, cuando realmente es como tú y como Jimin?─ preguntó, mirando al hombre frente a él, esperando su confirmación.

YoonGi asintió sin hablar.

─Entonces, todas aquellas animadoras que se ligó, todas las veces que tuvimos aquellas dobles citas, cada vez que actuaba como un borracho imbécil, consiguiendo una chica y mandándola a la mierda, cada vez que veía porno conmigo, la manera en que simuló sentirse enfermo en la sesión de fotos de “Str8te Boys”, ¿me estás diciendo que todo era una actuación?

─No era una actuación, exactamente─ YoonGi se quedó pensativo ─Creo que durante un tiempo Jin trató realmente de alejarse de su verdadera orientación.  Quería ser normal para encajar con los demás, y eso significaba actuar como los demás. Pero en el fondo no podía negarse a sí mismo, no más de lo que podía negar su amor por ti. Por eso estaba tan feliz cuando parecía como si tú estuvieras finalmente correspondiéndole. Porque él podría dejar de negar lo que era y lo que sentía, y ser él mismo, para variar.

¿Te Rindes? ♡KookJin♡ |Adaptación|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora