¿Te Rindes? ♡KookJin♡ |Adaptación|

Capítulo Catorce

🔞🔥

Jin contuvo la respiración y dio una sacudida cuando Kook presionó adentro, abriendo la estrecha entrada a su cuerpo, extendiendo el lubricante generosamente allí donde era más necesario.

─¿Estás bien?─ Kook le miró con preocupación.

Jin asintió con voz trémula ─Es sólo… Está frío. Y han pasado más de cuatro años desde la primera y única vez que he hecho esto antes. Házmelo despacio, ¿vale?

─Claro─ Inclinado sobre su amigo, Kook le besó de nuevo, un largo, lento y seductor beso, mientras sus dedos penetraban más y más profundamente en la estrecha abertura de Jin. El otro hombre se quejó y se removió bajo él, pero esta vez era un gemido de placer, y Kook pudo sentirle abriéndose más.

─¿Listo?─ susurró, rompiendo el beso al fin, para mirar a Jin a los ojos. Sinceramente, esperaba que Jin dijera que sí. Su polla estaba tan dura que parecía a punto de estallar.

─Mmm hmm. Creo que sí. Mientras vayas despacio.

─Tan lento como quieras─ Prometió Kook. Con inspiración repentina, se estiró hasta el cabecero de la cama y agarró una almohada, que colocó bajo las caderas de Jin ─Mejor ángulo de esta manera─ explicó ─Y podemos ver lo que estamos haciendo.

─Claro que podemos─ Jin miraba, sus ojos pardos muy abiertos, cómo Kook extendía una fina capa de lubricante sobre su propia polla, y se colocaba en la entrada de Jin ─Dios, Kook, no puedo creer que estemos haciendo esto. No tienes idea de cuántas veces he pensado en cómo sería. Imaginándote dentro de mí.

Sus palabras inflamaron a Kook casi fuera de control. Cada instinto le gritaba que tenía que hacer esto ahora, que tenía que embestir con su polla y pelotas profundamente en el cuerpo de su amigo y tomar a Jin larga y duramente. Pero de alguna manera se las arregló para impedirlo.

─No tendrás que imaginarlo nunca más─ le susurró sin aliento. Y luego, con un largo y lento empuje se abrió paso en la entrada de su amante, y empujó en el cuerpo sin resistencia de Jin.

─¡Dios!─ Jin cerró los ojos, las manos apretadas en puños a los lados. Kook detuvo el movimiento enseguida y le miró preocupado.

─¿Estás bien?─ Estaba enterrado hasta la empuñadura en el cuerpo de Jin, y se sentía como si un puño de cálido terciopelo le estuviera apretando la desnuda polla. Permanecer inmóvil era una tortura, pero no quería hacer daño al hombre que amaba.

─Bien. Estoy bien─ Jin habló entre los dientes apretados ─Sólo necesito… acostumbrarme. Te cuelga como la de un jodido caballo, Kook.

─Caramba, gracias─ Kook se echó a reír, y Jin se le unió. El breve momento de humor pareció aflojar un poco la tensión entre ellos, porque Jin abrió los puños y suspiró suavemente.

─Mejor ahora─ dijo, moviendo las caderas un poco debajo de Kook ─Puedes seguir, si quieres.

Kook nunca había querido nada tanto en toda su vida. ─Déjame saber si te estoy haciendo daño─ dijo con severidad, ahuecando la mejilla de Jin en su mano ─No quiero hacerte daño. Sólo quiero hacerte sentir bien.

─Yo diría que estás haciendo un gran trabajo. Después de esa mamada que me hiciste pensé que no sería capaz de empalmarme de nuevo. Pero aquí estoy, medio duro ya─ Jin señaló con la cabeza abajo, entre sus piernas, y Kook vio que tenía razón. El grueso tronco de Jin ya estaba a media asta, por encima de dónde estaban unidos.

─Bien, entonces conseguir que te sientas bien será mucho más fácil— Kook besó a Jin de forma apremiante, mientras empuñaba la polla de su amante ─Movámonos, Jin. Trata de mantener el ritmo.