Todo parecía ser que aquel otoño sería un poco más frío de lo habitual, ya que como se sabe el otoño es la dulce apertura de un invierno que para muchos era la estación más anhelada, pero además de traer consigo aquel clima que provocaba que los árb...
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Dazai Osamu, alumno de cuarto semestre de la universidad de Yokohama, estudiante de la carrera de teatro, era conocido entre los alumnos de su facultad y entre sus compañeros de clase, no se tenía mucha información acerca de él, debido a que la información que él había proporcionado al entrar no era demasiada, solo era necesaria y la universidad no tenía ningún derecho de exigirle a sus alumnos algún tipo de información, y menos a uno como del calibre de Osamu Dazai.
Con anterioridad se había intentado hacer que alguien tratara de acercarse a Dazai, y de alguna forma se podría decir que lo había logrado, pero la información que se recolectó acerca de él solo hizo que las dudas aumentaran más; Osamu siempre llevaba vendajes en la mayor parte de su piel. ¿Por qué? Según la persona fue por algún tipo de abuso familiar el que hizo que este quisiera acabar con su vida de forma inmediata, pero la persona que resultó ser aquella fuente de información después de salir con él dejó la universidad.
Lo que sí ha salido de la propia boca de Osamu Dazai, es que él escogió la carrera de teatro a forma de poder canalizar sus emociones, y esto fue debido a que al momento de hacer el examen de ingreso a la universidad fue la puntuación más altas en años, ya que años pasados un alumno había sacado casi el mismo número de aciertos, así que los de la universidad para evitar querer cometer el mismo error que paso, contactaron con Dazai para preguntar si realmente deseaba ser admitido en la carrera de teatro, que tenía que ser un error que alguien con el puntaje que sacó, tendría que ir a otra carrera, Dazai dijo que no había ningún error y colgó, desde entonces los rumores que corrían sobre él, eran un tanto exagerados.
Eso no fue de la importancia de Dazai en aquella mañana, ya que por sus pensamientos trataba de encontrar alguna falla de lo que había pasado la noche anterior con aquel pelirrojo de ojos azulados, Osamu muy pocas veces se había sentido de esa forma; abrumado.
Por otra parte, Chuuya aun trataba de encontrar al dueño del paquete, ya que realmente la curiosidad lo estaba matando y sus deseos de querer saber qué es lo que había dentro era más que conocer al propio dueño. Pero ahora que lo analizaba, la persona con la cual había estado el día pasado parecía estar esperando a alguien. No deseaba conectar aquellos hilos, ya que el resultado para él sería totalmente decepcionante.
Nakahara se había hecho una idealización de persona amable, ya que a pesar de que fuera la voz lo único que había escuchado. él en su interior sabía que el dueño de esa voz debía ser una persona que no lo engañaría.
El ojiazules se sentía demasiado saturado con sus emociones, ya que los latidos de su corazón estaban golpeando de una forma demasiado violenta, tuvo que llevar sus manos a su pecho para de esa forma tratar de poder calmarse.
—Eres un hijo de puta Osamu.— La voz de Chuuya era apenas una pequeña hebra, sin fuerza alguna, ya que fue un golpe bajo al acostarse con alguien que le mintió.
Fue en ese momento donde cada uno de los pensamientos que había tenido sobre que le trato mejor de que su pareja anterior fue totalmente reemplazada por la idea de que ni él se había atrevido a tanto, ya que su ex al menos tuvo los pantalones de decirle que se estaba viendo con otro.
