05 ; confianza

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lágrimas de traición surcaban los ojitos del azabache, su pequeño corazoncito dolido.

-¡kookie! - gritó taehyung al ver llorar al azabache desde lejos. Se distrajo un poco con minho, pero ahora que buscaba a jungkook con la mirada desde la caja de arena se encontró con que éste estaba llorando, y él no quería que su hermoso esposito estuviera llorando, por ninguna razón.

- ¡kookie! - se levantó dispuesto a correr para acunarlo en sus brazos, pero minho le sostuvo la mano, impidiendo que este lograra avanzar.

-¡tae! - el castañito forcejaba para liberarse del agarre del castaño oscuro - ¡no te vayas!

-quiero...ir...con.... jungkook - hablaba pausado, diciendo una palabra y luego tratando de que lo soltaran. minho se enojó por la preferencia del morenito.

-¡si te vas ya no voy a jugar contigo nunca! - amenazó.

-¡bien! - dijo taehyung - ¡prefiero estar con jungkookie y nunca jamás hablarte! - finalmente lo soltó y taehyung fue corriendo hacia el de dientitos de conejo, las niñas apartándose para que el castaño abrazara al niño que lloraba.

-tae... - sorbió su nariz.

-¡jungkookie! ¿por qué lloras? - le dio un cálido abrazo, apretando el torso de jungkook con sus brazos lo más fuerte que podía - ¡ya no llores jungkookie, por favor deja de llorar! - tratando de tranquilizarlo comenzó a repartir besitos por toda la carita de jungkook, sin dejar de abrazar el menudito cuerpo -. kookie... - al ver que no paraba de llorar, el también comenzó a crear gotas saladas de agua en sus ojos.

los pequeños estuvieron varios minutos abrazados, sin poder parar de llorar, mientras solo eran observados por las mujeres que poco comprendían lo que pasaba.

-¡no me dejes, taehyung! - dijo el azabache.

-¡no voy a dejarte nunca, jungkook! - ya ambos estaban felices, pero aún no podían para de llorar. aún seguian asustados por casi perder al otro. no volverían a perderse nunca más.

las niñas, al ver que los dos no paraban de llorar, fueron contagiandose de a poco, comenzado así a derramar lágrimas de empatía, sollozando ruidosamente.

-¡tae! - se acercó minho - ¡perdón por lo que dije, juega conmigo! - se disculpó, también llorando.

ahora jeongyeon no sabía qué hacer con los seis niños que lloraban a mares.

-¡no! - le negó jungkook, mirándolo entre las gotas saladas con odio - ¡no te puedes acercar a mi esposo! - lo abrazó posesivamente, ocasionando que el castaño se sentara en sus piernitas.

minho empezó a llorar más fuerte, los demás niños también, víctima de la empatía. la gente miraba curiosa a los niños llorones, preguntándose él por qué de su berrinche.
una avergonzada jeongyeon encendía su teléfono, llamando a su esposa por algo de ayuda. A este paso ella también terminaría llorando.

los pequeños creadores del llanto seguían pegados como chicle, ajenos a los demás.

-¡te amo jungkookie! - dijo taehyung, hundiendo su cabeza en el pecho del azabache.

-¡yo también te amo, taetae! - respondió, acariciando sus rulitos castaños.

aún no dejaban de llorar, pero por lo menos su confianza estaba fortalecida ahora. y ya no dudaban del amor del otro, ni de que lo fuera a cambiar por alguien más.

limpiaron las lágrimas del otro para besar sus húmedas mejillas y tibios labios. sus corazoncitos alegres de nuevo.

lo que hacen mamá y papá ¡! kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora