Los resultados frente a sus ojos eran brutales.
[ No llegaste hasta el final. ]
Serdel sonrió en vano mientras lo veía entrar a la ceremonia de la mano de la protagonista vestida de blanco puro.
[ Se reiniciará debido al fi-
nal fallido.
▪︎ No podrás volver a la
realidad hasta que
completes el final. ]
Mirando con resentimiento la ventana de estado que se ha extendido como si bloqueara el camino.
Con un destello, el mundo en el que estaba parada se desvaneció.
Al mismo tiempo, recordó innumerables escenas, como una caída por una colina.
Todos eran parte de lo que había pasado aquí. La tristeza, la penumbra, la frustración y la ira se apoderaron de su cuerpo.
Después de repetir lo mismo varias veces.
Su alma fue absorbida por una escena que se cernía sobre el abismo.
Su mente se había quedado en blanco.
¿Cuánto tiempo ha pasado?
La sensación, que se vio obligada a detenerse, comenzó a reorganizarse y la energía circundante sólo se sintió vagamente.
Al mismo tiempo, el calor en su nariz olía a té.
Serdel tuvo la sensación de que había vuelto a su primer estado de posesión.
'Es una casa de té.'
El conde Hershe Maient, su prometido y traidor, estaba sentado frente a ella.
Y entonces él⎯
⎯Vamos a romper, señorita.
Este día, el debe de estar escupiendo palabras para romper el compromiso. No puede oírlo bien, pero puede predecirlo fácilmente porque lo ha vivido antes.
Sus ojos se llenaron de lágrimas.
Independientemente de su voluntad, fue un fenómeno aleatorio.
'Maldición. ¡En un momento como este!'
Sus ojos se llenaron de lágrimas por lo infeliz que estaba.
⎯Lo siento.
Podía imaginarlo mirándola.
Los que han venido a tomar té pueden estar escuchando.
Debe haber una vibra seria entre ellos.
Cuanto más crezca el conde, más consciente estará de tener un día pecaminoso.
Él era este tipo de hombre.
Un hombre que finge ser educado mientras usa palabras crueles si es necesario.
Es un idiota al que solo le importa cómo ella se ve a los ojos de los demás.
Hershe Maient era el nombre del personaje.
⎯...
Ni siquiera podía levantar los labios por la sosa sensación, así que solo lloró.
'¡Estoy tan molesta!'