¿Qué soy y de donde provengo?

Contratiempos

Miércoles en la mañana

  — Tienes razón, tengo algo de hambre, hay que ver que hay en el menú  — comenta Ana con una voz suave
Ana junto a sus nuevas amigas iban camino a la cafetería, era el momento indicado para que Chris y Max se fueran en cuanto antes de ahí pero no les seria tan fácil.
  — Max, ven con nosotros, no te vayas   — le suplico Ana
  — Este, la verdad es que no puedo, ya tengo que ir a mi clase, gracias por la oportunidad pero creo que será para otra ocasión  — comento Max mientras giraba
  — Ah, pues esta bien, tienes razón mejor ve a tu clase, mejor en otra ocasión, ¿Qué tal si quedamos para hoy en la noche?   —  comentaba Ana esperando una respuesta de Max
Max y el otro ya se habían ido del lugar y Ana nada mas veía alejarse de ellos corriendo. Ana tenía presentimiento que algo estaba sucediendo aunque tiro esa idea a la basura, ella siempre es positiva aunque la situación no parezca, quizás Max no respondió porque estaba demasiado preocupado por llegar tarde, aunque en parte tenia razón en parte de que estaba preocupado pero era por muchas cosas que su mente aun no procesaba y mas porque en la habitación de ellos, empezaron a escuchar voces de los prefectos, estos querían saber que sucedió ayer, en la escuela no es común ver que fallen los servicios y mas que los aparatos electrónicos no estaban en funcionamiento, parte de la comunidad estudiantil se sentía algo mal, la luz aun no regresaba y muchos fallos mas, cada vez mas se escuchaban los pasos mas cerca del lugar y este nuevo ser aun se preocupaba aun mas, pues dentro de su habitación hay sangre, muebles rotos, cristales rotos, mas bien en su mente se preocupaba que no estaba descompuesto, en ese momento empezó a limpiar por completo la sangre asustado, sentía que iban a entrar al cuarto y no sabría que hacer, limpio todo aunque le era difícil mantenerse concentrado viendo lo que los 2 clones veía y limpiar, sin contar la migraña que tenia, una vez que limpio toda la sangre faltaban los muebles y vidrios rotos, seguía pensando y pensando en busca de una idea pero nada se le venia a la mente hasta que recordó lo sucedido con la llave del baño.

  — Tú puedes, tú puedes, tú puedes, lo hiciste una vez entonces puedes recrearlo   — decía en su mente

Estiro su mano y miraba el mueble pero no sucedía nada y seguía intentando pero no pasaba nada, volvía a intentar pero el resultado seguía siendo el mismo, su paciencia se estaba acabando, al parecer en esta versión de Max explotaba mas rápido exponiendo todo sus sentimientos negativos, queriendo llorar, romper todo e incluso causarse daño a él mismo pero sabia que tenia que relajarse para así poder pensar en que hacer si no podía arreglarlo con sus nuevas habilidades pues su tiempo ya era muy poco, sentía que cada vez se acercaban mas a la habitación en la que estaban y necesitaba hacer que el lugar pareciera que ahí no paso nada.

Pasaron minutos y aun no sucedía nada, decidió abandonar la opción de reparar las cosas con sus nuevas habilidades y mejor decidió sentarse ante la desesperación e impotencia que sentía en el momento.

— Mierda, estas nuevas maldiciones no están funcionando o no se pero ahora que necesito que arreglen todo esto no lo hacen, tampoco se me viene una idea para solucionarlo de manera normal y tampoco se me ocurre muy buenas mentiras  — decía en sus pensamientos

Decidió asomarse a la puerta sin que nadie lo viera, pero lo que vio no era de su agrado, vio que el prefecto ya estaba muy cerca, estaba en el piso y estaba a la mitad del pasillo, al menos su habitación era la ultima, estaba hasta el fondo. Decidió meterse de nuevo y retomar la idea de sus nuevas maldiciones para arreglar todo.

— Vamos, hazlo, yo puedo, yo tengo el control  — decía en su mente mientras respiraba lentamente para relajarse

Volvió a estirar su brazo, cerro los ojos, respiro lentamente y trataba de concentrarse pero por suerte esta vez si pudo reparar el mueble, aunque era azul brilloso la nueva extensión del mueble, decidió concentrarse mas y por suerte dejo de ser azul la nueva parte del mueble sino que cambio de color, al color que era del mueble, esto le subió los ánimos y empezó a reparar todo, ya solo le faltaba un vidrio roto pero fue en ese momento que tocaron la puerta, este nuevo ser o versión de Max estaba sudando frio ante la preocupación, luego recordó que él no lucia como siempre, su nueva altura, musculatura, ojos, color de piel, cabello, todo era completamente distinto hasta la vestimenta, todos estos cambios nuevos surgieron cuando reparo todos los muebles y ventanas rotas y no se había dado cuenta ante la emoción que al parecer le estaba yendo bien...

— Mierda, aquí vamos de nuevo, que me acaba de pasar, apenas cierro los ojos y toda la situación se va al carajo — comento mientras suspiraba

La situación empeoro cuando el prefecto escucho el comentario y este insistía mas en que le abriera la puerta para que entrara a revisar.

— Joven ábrame, sino tendrá mas problemas  — exclamo el prefecto con una voz amenazadora

— Oh mierda, que metida de pata acabo de cometer  — comento en su mente mientras termino de arreglar el cristal de la ventana.

— Que debería de hacer, ¡vamos piensa!  — seguía diciendo en su mente hasta que la única idea que se le vino a la mente era salir por la ventana

Así que se puso manos a la obra, abrió la ventana y trato de salir pero no podía salir, era muy grande para salir por allí, el seguía forzando hasta que salió pero rompió todo y empezó a subir hasta el lugar mas alto del edificio, no le importo la altura, es mas ante toda esa adrenalina ni siquiera se dio cuenta que subió tan rápido y creaba cosas sin que se diera cuenta como fue el caso de la ventana que acaba de romper de nuevo, parte de la pared y que creaba cosas para poder subir hasta que llego hasta el techo del edificio. Entro el prefecto enojado pero todo estaba en su lugar, decidió asomarse por la única salida que era la ventana y no vio a nadie, reviso todo el lugar para encontrar al joven pero no encontró nada y ante esto quedo confundido y salió de la habitación hasta que escucho un ruido hasta arriba del edificio, se le vino una idea que quizás el joven salió por la ventana y llego hasta arriba del edificio pero también en su mente decía que no puede ser, no tiene sentido así que mejor decidió ir con la siguiente habitación del piso pensando que quizás fue su imaginación por no haber dormido nada en las anteriores 72 horas y manteniéndose despierto a puras tazas de café. Al parecer después de todo lo sucedido se pudo resolver el problema que tenia en ese instante.

— Vaya problema que acaba de pasar, espero que haya quedado todo bien, todo correcto para que pueda sentirse un poco bien  — comento mientras estaba tirado acostado en el techo hasta que se percato que ya no podía ver lo que veían sus 2 nuevas creaciones generándole mucha preocupación.

Mientras sucedía todo lo anterior las creaciones estaban sentados hasta el rincón del salón y cuando pudo reparar su primer mueble roto por completo estos se iban cayendo poco a poco ante la mesa de su escritorio como si estuvieran durmiendo.

Regresando al momento actual faltaban solo 20 minutos para que terminara la clase y este nuevo ser no sabia que hacer, su única esperanza es que sus 2 creaciones siguieran funcionando y esperando que la maestra no les pida que hablen en clase ni haya dejado un trabajo para hacerse en ese momento y que ningún idiota de sus compañeros tratara de interactuar con ninguno de los 2.

— Diablos, ¿Qué hago? ¿Qué debo hacer?  — se preguntaba a si mismo en su mente mientras se levantaba y empezaba a caminar en circulos cada vez mas rápido, mientras sucedía eso brillaba mas sin que este se diera cuenta por todo el estrés que tenia.

—  Mierda ira hasta allá  — comento enojado en su mente