Senju Akaashi tiene la vida perfecta, el novio perfecto y una apariencia perfecta.
Pero...
¿Que harías si encuentras a tu novio y a tu hermanastra en la misma cama? o peor aún. Dicen que tú eres la culpable de lo que sucedió.
Respuesta fácil, te va...
Ella se recostó en el pecho de él y cuando estaba a punto de dormir escucho sus palabras.
-Te amo.
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Senju se despertó sola y desorientada, con un dolor en su espalda baja, maldiciendo a Katsuki por ser brusco anoche a pesar de haberle dicho que hace mucho no lo hacía.
Se dió la vuelta boca abajo y volvió a cerrar los ojos buscando dormir un rato más.
La puerta se abrió y de ahí entro Katsuki, con una cubeta de agua fresca y una pequeña toalla, la mojo y escurrió el agua, destapó un poco la sabana dejando al descubierto la espalda de la chica y comenzó a pasar aquella toallita, haciendo que se despierte.
Senju lo miro mal "ayer eras una bestia y ahora te haces el santo"
-Ayer me lastime el pie.--- Levantó su pie y lo pego al pecho del rubio.--- Ayúdame y hazle un masaje.--- Katsuki simplemente levanto los hombros y tomo el pie para hacerle masajes.--- ¿Ya estás mejor?
-Sude mucho anoche, cuando desperté la fiebre ya se había ido.--- Senju lo miro mal por el doble sentido en sus palabras.--- ¿Quieres tomar un baño? Mientras el abuelo duerme puedo ir a buscar más agua para limpiarte. Ya te limpie dos veces pero se que te gusta estar limpia.
-¡¿Crees que porque me estás limpiando olvidare el que fuiste una bestia anoche?!
-Tranquila, la próxima vez que te enfermes me haré un sumiso a tu disposición.
-¿No sientes ni una pizca de vergüenza?
-¿Debería?
-Tch. Ayúdame a levantarme.--- Katsuki ayudo a levantarse en la cama y aprovecho para toquetear su cuerpo.--- ¡Cuidado por dónde tocas!
Senju comenzó a vestirse y Katsuki tomo las sábanas.
-Oh, parece que manchamos las sábanas.--- Dijo de broma Katsuki y Senju se preocupo.
-¡¡¿Que?!!!
Se escuchan leves golpes en la puerta.
-Disculpen ¿Ya están despiertos?---- Hubo un silencio e hizo que el anciano pensará que no había nadie.--- Que raro, jure escuchar ruidos dentro.
La puerta se abre de golpe mostrando a la chica nerviosa.--- Claro que estamos despiertos, pasa que estábamos conversando y no llegamos a escucharlo.--- Senju vio como el anciano se agachaba y tomaba una bandeja.--- ¿Nos trajo el desayuno? No debía abuelo.
-Esta bien, no hay problemas, ¿Durmieron bien anoche?
-¿A-Anoche?
-Por supuesto.--- Katsuki salió detrás de ella y ayudo al anciano con el desayuno.--- Debo agradecerle por lo que hizo anoche, si no nos hubiera ayudado, esas personas nos hubieran secuestrado.--- Katsuki dejo las cosas sobre la mesita del cuarto.--- Y ahora que sabe sobre lo de ayer ¿No tiene curiosidad sobre todo eso?
