primer paso; el fuerte

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Aquella mañana, SungHoon preparaba el desayuno para él y su novio. Tarareaba una canción sin tener idea de lo que pasaba en la habitación que compartía con el menor.

Cuando todo estuvo listo, subió para despertar a JungWon pero para su sorpresa, éste ya estaba despierto. Su preocupación se disparó cuando vio sus ojitos cristalizados y su nariz roja. Estaba acurrucado en la almohada y la sábana lo cubría casi por completo.

SungHoon se acercó y se agachó para quedar a la altura de su rostro y acarició su negruzco cabello.

—Bebé, ¿Qué sucede? ¿Hay algo que te duela? —preguntó suavemente—. Háblame, haré lo posible para que te sientas mejor.

JungWon negó y sus labios formaron un puchero.

—Sólo estoy algo triste, no es nada, estaré bien —respondió con la voz rota.

¿No es nada? ¡¿Que no era nada?!

SungHoon no podía permitirlo. Su novio era una de las personas más importantes para él, su sonrisa hacía de sus días más felices. No podía permitir que su adorable chico estuviese mal.

Pero primero, el desayuno. Si quería hacerlo bien, debía empezar por la comida más importante del día.

(❍ᴥ❍ʋ)

» hacer un fuerte de cojines «

Conocía muy bien a JungWon, y el primer paso para devolver su bella sonrisa, era hacer un fuerte de cojines.

SungHoon tomó una cinta imaginaria y la amarró en su frente.

—Estoy listo.

Quitó uno a uno los cojines de los sofás y otros que consiguió de las sillas. Liberó espacio en la sala y los soltó a todos en el centro. Se volteó para tomar el ángulo del televisor y hacer el fuerte de acuerdo a esto.

¿Por qué en ángulo con el televisor? Obvio, para ver películas y demás. Era vital hacerlo de esta forma para otro de los pasos en su guía. Si no se podía hacer, no hay ningún problema, también existe la opción de ver películas en una tablet o laptop.

SungHoon, con una sonrisa, comenzó a apilar los cojines uno sobre otro. Varias veces estuvieron a punto de caer, pero con su maravilloso equilibrio y el poder del amor, pudo evitar el desastre.

Cuando estuvo listo, se alejó para admirar su obra.

—Te nombraré: ¡El fuerte Yang! —exclamó alzando el puño.

Con su trabajo ya hecho, subió a la habitación donde JungWon seguía en la misma posición en la que lo había dejado: acurrucado en la cama, con la sábana cubriendo todo menos su cabeza.

—Hola amor.

—Hoonie~ —puchereó.

SungHoon sonrió y se acercó.

—¿Cómo te encuentras?

—Aún sigo algo triste —admitió jugando con una de las manos de SungHoon.

—Te tengo una sorpresa —susurró en su oído.

JungWon asintió y se dejó llevar por SungHoon. Éste último cubrió los ojos del pelinegro con una cinta —está vez era de verdad— para que no viese antes de tiempo.

—¿Qué haces? ¿Por qué tan de repente? —preguntó curioso por lo que hacía su novio.

—Porque te amo. —Fue su única respuesta.

Al llegar a la sala, SungHoon se detuvo detrás de JungWon mientras sonreía.

—¿Listo?

—Estoy impaciente por saber.

Sin más preámbulo, SungHoon le quitó la cinta.

Su primera reacción fue hacer un puchero y dar algunos saltitos en su lugar. Sus ojos brillaban cuando se giró hacia el rubio.

—¡Hoonie! —Prácticamente se lanzó sobre él para abrazarlo.

SungHoon correspondió estrechándolo entre sus brazos. Se separó un poco para ver su rostro. Lamentablemente, JungWon aún no sonreía. Aquello no lo desanimó, todavía quedaban otros pasos por recorrer.

Lo tomó en brazos y lo puso en medio del fuerte.

—Ven conmigo, Hoonie —palmeó el lugar a su lado.

El nombrado no tardó en hacerle caso y nuevamente lo abrazó.

Primer paso, completado.

♡ sad ; sungwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora