My red Versalles

Capitulo 10

El fin de año se acercaba. Una revista de héroes entrevistaba a los alumnos de la clase 1A.

- Todoroki Shoto, qué se siente que las jóvenes mueran por su sonrisa? - Pregunta la reportera.

- ¿Mueren porque sonrió? - Todoroki no entendió bien el comentario.

Por otro lado entrevistaban a Kirishima.

- Joven Kirishima, escuchamos que se enfrentó a un villano junto con el héroe Fat Gum. ¿Cómo es que no tuvo miedo?

- ¿Quién dice que no tuve miedo? - Cuestiona Kirishima. - Sentir miedo es parte de mi día a día, pero enfrentarlo es lo que marcará la diferencia.

- Esa es una gran respuesta.

Y mientras las entrevistas seguían, del otro lado de la pantalla había alguien viendo al pelirrojo ser un gran mini héroe. Alguien que el pelirrojo jamás pudo olvidar.

Terminaron las entrevista, era hora de regresar a clase, Kirishima era el primero en llegar al salón, al entrar vió a una persona que lo dejó varado hace un año hablando con el profesor Aizawa

- Tú... - Hizo una pausa. - ¿Qué hace él aquí?

- Al parecer el joven Katsuki se re integra. - Contesta Aizawa. - Por favor, joven Kirishima, ayúdale para que se ponga al corriente.

El pelirrojo podía sentir la mirada escarlata de aquél rubio. La tensión entre ambos era fuerte y aunque Eijirou no quería admitirlo, aún sentía amor por Katsuki.

Los demás alumnos comenzaron a llegar, todos se quedaban atónitos al ver a Bakugou.

- Kirishima... - Susurra Denki, quién estaba detrás del pelirrojo. - ¿Te sientes bien respecto a ayudar a Bakugou?

- No lo sé. Pero trataré de estarlo. - Contesta Kirishima poniendo una sonrisa un poco forzada.

Cuando las clases finalizaron, Kirishima le entregó un cuaderno a Bakugou:

- Aquí están todos los temas que vimos, he organizado la información más importante en esquemas y también he subrayado algunos conceptos.  - Señalaba la libreta. - Te debo lo de inglés, no he aprendido del todo, pero Shoto te puede ayudar con eso.

- Shoto... - Susurra Bakugou.

Kirishima asiente y sale del salón (casi huyendo) dirigiéndose a su habitación, sentía muchas emociones encontradas; estaba feliz de verlo, pero por otro lado estaba molesto. Bakugou lo sigue hasta su habitación.

- ¿Bakugou? ¿Tienes alguna duda? - Pregunta Kirishima intentando no ponerse nervioso.

Bakugou entra a la habitación de Kirishima y lo acorrala en la pared.

- ¿Por qué mierda lo llamaste Shoto? - Bakugou tenía el ceño fruncido. - Me prometiste que no llamarías a nadie más por su nombre.

- Que mierda... - Kirishima estaba enojado. - ¿Después de tantos meses y tú solo piensas en eso? ¿Ni siquiera me explicarás el porqué te fuiste? ¿Tienes idea de cómo me sentí? Estaba confundido, ¿Por qué no me dijiste que te irías? - Hace una pausa para verlo a los ojos. - ¿Al menos me consideraste alguien importante?

- Yo... Perdóname. - Susurraba Bakugou mientras daba un paso atrás. - Tienes razón, fui muy impotente.

Hubo un pequeño silencio entre los dos, Kirishima quería abrazarlo, pero también se sentía molesto.

- Si ya no tienes nada más que decir, te pediré que salgas. - Apunta Kirishima a la puerta.

- Mi madre murió. -

- ¿Qué has...dicho?

- Cuando estaba en el campamento, ella se puso grave y la llevaron al hospital.- Hace una leve pausa. - No la había visitado, pensé que estaría bien. El día en que me fuí fue porque me dijeron que había muerto. Mi padre estaba molesto conmigo, ¿Por qué no fui a visitarla antes? Me ordenó pasar tiempo con mis abuelos, estudiaría en casa de ellos, así que no había problema con la UA. - Los ojos de Bakugou comenzaron a cristalizarse. - Pero no pude decirte ni un adiós y no tengo excusa para eso. Al final, no solo fui un mal hijo, sino también un mal novio.

Kirishima veía cómo Bakugou se quebraba, su enojo se le había pasado, solo quería abrazarlo.
Bakugou se arrodilló y entre lágrimas le dijo:

- Perdóname Eijirou. - Suplicaba Katsuki de rodillas con lágrimas. - Perdóname.

Kirishima se arrodilló y lo abrazó, su abrazo se sintió cálido y reconfortante.

- Idiota, te perdono. - Le susurra Kirishima. - Ya no llores.

Siguieron abrazados por un buen rato, Kirishima consolaba a Katsuki, la había pasado tan mal al igual que él. Esperó a que el rubio se calmara y dejara de llorar.

- Tengamos sexo. - Susurró el pelirrojo, sonrojándose.