𝐷𝑒𝑙𝑡𝑎𝑟𝑢𝑛𝑒 // 𝑂𝑛𝑒-𝑠ℎ𝑜𝑡𝑠 & 𝑅𝑒𝑞𝑢𝑒𝑠𝑡𝑠

Ralsei × Lector masculino (Request)

Request hecho por: @RalseiMihombre-001

»»-----------　⚜　-----------««

Abriste los ojos de manera pesada, adaptando tu vista a la poca iluminación del lugar y tomando asiento sobre el frío suelo debajo de tí. Tu cabeza duele gracias a la caída, y por un par de segundos no estás del todo seguro de recordar cómo fue que llegaste ahí. ¿Qué era este lugar de todas formas?

Aún no completamente despierto, analizaste tu entorno de mejor forma. Tus alrededores parecían sacados de una película de horror: el cielo era tan oscuro y la niebla a tu alrededor tan densa que de no ser por el brillo de la luna con aspecto artificial sobre tí probablemente no podrías mirar ni siquiera tus propias manos. Sentiste un escalofrío recorrer tu espalda cuando una corriente de aire pasó sobre tí y agradeciste haber llevado contigo una chaqueta para cubrirte del frío.

Te pusiste de pie buscando con la mirada a Kris y a Susie, que se supone estaban contigo momentos antes. "Si no hubieran abierto el armario de la casa embrujada, entonces no estaría... Oh."

Recordaste finalmente lo que ocurrió momentos antes, y todo hizo click en tu cerebro.

Kris y Susie, tus compañeros de clase, habían insistido en ir contigo a una supuesta casa embrujada a las orillas de Hometown. Conociste a ambos después de que entraras accidentalmente al Darkworld cuando tu profesora Alphys pidió que fueras a buscarlos, y luego de pasar por aquella confusa y peligrosa situación terminaron llevándose sorprendentemente bien.

Acordaron verse en la casa abandonada alrededor de la tarde. Todo iba bien hasta que Kris decidió inspeccionar el armario, Susie intentó detenerlo diciendo que algo parecía extraño pero terminó haciendo que tropezaran dentro por accidente, y... Bueno, luego despertaste aquí.

Fijaste tus ojos en la lejanía notando algo extraño que se extendía hasta el cielo y te diste cuenta de que era una fuente oscura, confirmando tus sospechas de que lo que fuera que ocurrió en la escuela y en la biblioteca estaba pasando de nuevo.

—¡Kris, Susie!, ¿Hay alguien por aquí? —Gritaste un par de veces pero no recibiste ninguna respuesta, lo cual te hizo bufar con frustración. ¿Qué se supone que harías ahora?, la última vez no estuviste solo, además, este era un entorno completamente distinto y andar por un lugar con aspecto tan fúnebre a solas no sonaba exactamente placentero. Pensaste en opciones, trataste de recordar algo -o a alguien- que pudiera ayudarte, y por alguna razón la imagen de una particular persona de túnica verde fue una de las primeras cosas que vinieron a tu cabeza, haciendo que pararas tu tren de pensamiento en seco.

Conociste a Ralsei en el Darkworld, se llevaron bien de inmediato y conversaron durante todos los momentos que tuvieron disponibles. Adorabas su amabilidad y su paciencia; te explicó un poco sobre algunas cosas del Darkworld e incluso te regaló un manual para que lo tuvieras a la mano, también se le daba excepcionalmente bien el hacer pasteles. Era alguien genuinamente dulce, al menos eso era lo que sentías.

"Me pregunto dónde estará ahora mismo..." Pensaste, y como si el destino te hubiera escuchado una voz agitada no muy lejos gritó tu nombre.

—¡T/n!, ¡Oh, menos mal que al fin pude encontrarte! —Ralsei se apresuró lo más que pudo hacia donde te encontrabas, por poco y chocó contigo de no ser porque se frenó un par de segundos antes de llegar frente a tí, lo cual te sorprendió.

—¡Ralsei! —Sentiste como la tensión de momentos atrás se desvaneció después de que se acercara a tí, su voz nunca fallaba en parecer acogedora. —¿Has visto a Kris y a Susie? Desperté aquí después de que entráramos por error al armario de la casa abandonada, pero parece que terminamos en partes distintas. Tampoco respondieron cuando grité sus nombres. —Negó con la cabeza como respuesta con algo de preocupación.

—No los ví en ninguna parte de mi camino, supuse que algo extraño estaba ocurriendo así que vine a buscarlos de inmediato, pero creí que estarían contigo... —Puso su mano sobre su boca de manera pensativa, girando su vista por los alrededores. —Me pregunto si estarán bien...

—Bueno, deberíamos ir a buscarlos, pero estoy seguro de que donde quiera que se encuentren deben de estar bien, no te preocupes demasiado por ello. —Sonreíste y le diste unas palmaditas en el hombro para tratar de tranquilizarlo, lo cual hizo que sus mejillas se enrojecieran de inmediato. Su reacción te pareció simplemente adorable.

—¡Tienes razón!, seguramente estarán bien mientras logremos encontrarlos... —Sus ánimos parecieron mejorar, así que tu método funcionó.

Ambos comenzaron a caminar, inicialmente en silencio, entre las ruinas de lo que se supone sería la casa abandonada. El viento producía ruidos extraños cuando pasaba entre las estructuras de los alrededores y el ocasional choque frío del aire provocaba escalofríos por las espaldas de ambos. Ralsei miraba constantemente de un lado a otro, nuevamente nervioso.

—Este... Este lugar es... Extraño, ¿No lo crees?, No se parece en lo absoluto a las otras fuentes... —Seguía analizando el lugar con atención y cierto temor, hasta que el viento hizo que unas estructuras cayeran y chocaran fuertemente con el suelo, provocando que ambos dieran un pequeño brinco del susto. Se acercó más a tí por inercia como si quisiera protegerse contigo, tomándote un poco por sorpresa. Sin embargo, no te molestaba en lo absoluto.

—Realmente lo es, aunque supongo que tiene sentido, la casa no era exactamente acogedora después de todo. —Sacaste una pequeña risa como pudiste en medio de la situación para ayudar a calmar a tu amigo de nuevo, a lo que él respondió sonriendo igualmente mientras seguían su camino.

Mantuvieron silencio nuevamente por algunos minutos y Ralsei, que se sentía menos tenso, ahora miraba sólo hacia el frente, tomaste esta oportunidad para mirarlo a tu lado mientras caminaban. Aunque la luz era escasa, el brillo de la luna hacía que su pelaje blanco brillara en contraste a la oscuridad del lugar. Era más pequeño que tú, no demasiado, pero verlo desde esa perspectiva te hacía pensar que parecía un muñeco de felpa, era otra característica que adorabas de él. Prestaste atención a tus manos y notaste que jugueteaba con ellas ocasionalmente mientras caminaban, como si intentara mantenerse distraído y calmar sus nervios. Pareció darse cuenta de que lo estabas mirando, porque se detuvo de inmediato antes de mirarte también.

—¿T/N, pasa algo?

—Ah, no, yo... Solo... ¿Solo tengo frío...? —Por alguna razón te pusiste nervioso y dijiste la primera cosa que se te vino a la cabeza, Ralsei te miró algo confundido ante tu respuesta y tú tuviste que frenar el impulso de golpearte en la frente por decir eso.

—Bueno, es cierto, supongo que en verdad hace frío, tus manos no han dejado de temblar desde que empezamos a caminar. —Abriste un poco más tus ojos cuando dijo eso y tus mejillas se enrojecieron, cuando se dio cuenta de lo que había dicho acabó teniendo la misma reacción. — Quiero decir, ¡N..No estaba observándote! S... Solo me di cuenta porque... Uh, porque... —Mientras Ralsei estaba intentando buscar una excusa, tú tomaste el valor para tomar su mano, haciendo que dejara de hablar y sus mejillas se enrojecieran incluso más. La apretaste con cuidado y giraste tu mirada a un lado con un poco de vergüenza. Su mano era cálida y suave, y pensaste que de verdad era como si fuera un muñeco de felpa.

—...Es más seguro si no nos separamos en el camino... Y así tendremos menos frío. —Nuevamente no sabías que decir y filtraste las primeras palabras que vinieron a tu mente, rezando porque no hubieras sonado muy torpe. Ralsei no dijo nada en respuesta, solo sonrió dulcemente y relajó su postura, empezando a caminar contigo de nuevo. Eventualmente se acercó un poco más a tí, y siguieron el resto del camino lado a lado.

Te sentiste mucho más tranquilo ahora, y repentinamente deseaste que el camino en búsqueda de tus amigos pudiera ser más largo.