Tutor Nocturno || Jjk || Edición 2.0

Capítulo #1.

Los jordans color negro colocados en mis pies pararon, el lado derecho de mi cabeza punzó por un segundo al sentir un mareo. Como algo pesado, sobre mis cabeza y ojos.

Habrí y cerré los ojos varias veces, me sobe el puente de mi nariz para ayudar un poco a que el mareo desapareciera, y me recarge en el casillero blanco con mi mano. Más el dolor no disminuyó, me atrevo incluso a decir que aumentó.

La chica a mi lado me miró algo preocupada y yo tan solo pude sonreírle para que se calmara un poco. A pesar de esto ya no ser una novedad en el día a día. Ella nunca dejaba de preocuparse por mí. Cosa que era mas que frustrante a veces.

Si padecías de esta dolencia, podrás saber que solo en necesario tomarse una pastilla lo suficientemente fuerte como para acabar el con el dolor, así que hice eso.

No vayas Joyce.

Mi conciencia me habla y no se si hacerle caso y meterme en problemas, o entrar en la clase frente a mí.

La campana que anunciaba las clases dadas por terminadas por este día habían sonado hace un par de minutos y yo lo único que quería era ir a casa para comer lago seguramente delicioso, hacer tarea, y continuar viendo "Bridgerton" mi serie favorita del momento. Pero antes de que pudiera salir del aula, la profesora de anatomía me deja saber que el profesor de cálculo quiere hablar conmigo... nuevamente.

Me despedí con la mano de mi amiga que aún se encontraba a mi lado y entre al lugar sin darle tanto rodeo al asunto, mientras más rápido terminara con su charla, más rápido podría irme yo a mi casa.

—¿Me necesitaba profesor?

El hombre levanta la mirada de lo que aparenta ser un examen y me pone en la mira al instante, se levanta de su asiento posando sus manos en el escritorio y me ordena me me acerque a él. Una vez que estoy frente a él me mira y suspira algo exasperado.

—Señorita Colins, déjeme hacerle una pregunta.

Mi silencio lo incita a que hable.

—¿Cómo se ve en cinco años?

No pude evitar sonreír ante su pregunta.

—Sin ofender, no comprendo la necesidad de hacer esa pregunta cada que habla conmigo, Profesor.

—No creo que esté comprendiendo señorita, no es una necesidad, nada en este mundo es necesario más que los alimentos y el agua. Más sin embargo, yo creo que a usted prontamente le beneficiaría sentir la necesidad de algo más.

Mis cejas se elevan en son de curiosidad.

—Un tutor por ejemplo.

Lo miré incrédula.

—Disculpe.

—Digo que quizás sería momento de que se vaya tomando esta clase enserio señorita Joyce, soy un profesor de universidad y mi consejo para usted es que tome en consideración el echo de pedir ayuda, ya que le ha fallado la solicitud para salir de mi clase.

Trago duro cuando dice lo ultimo, intenté ser lo más discreta posible, pero aparentemente no lo suficiente.

—No veo la necesidad de pedir ayuda.

—Calculó es uno de los requerimientos para poder graduarse. —Me recordó —Y a usted se le está acabando el tiempo. Si mal no recuerdo, se le fue advertido que ya no se podrá retomar exámenes este último semestre.