°sanzu haruchiyo°

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Advertencia: mención de acoso y secuestro
Palabras: 1370

Si bien era una tienda bastante concurrida tanto en el dia como en la noche, nunca fue su intención trabajar ahí, solo quería un trabajo de medio tiempo y termino en aquella sastrería eso si con buena paga y buen conocimiento sobre la ropa aunque ...

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Si bien era una tienda bastante concurrida tanto en el dia como en la noche, nunca fue su intención trabajar ahí, solo quería un trabajo de medio tiempo y termino en aquella sastrería eso si con buena paga y buen conocimiento sobre la ropa aunque no tuviera nada que ver con la carrera que estuviera estudiando.

Aunque su turno era mayormente en la mañana debido a su escuela en la tarde decidió un día meter baja temporal y trabajar en la tarde tal vez no sea tan mala idea dedicarse a eso, igual ya ganaba bien.

-cuídate ____ nos vemos después, ten cuidado al regresar a casa-

-claro tu también- se despidió con la mano

Le tocaba cierre al menos una vez a la semana le tocaba, como de costumbre cerró la puerta desde adentro y comenzó a limpiar el lugar aún con las luces prendidas cerraban entre las 11 y 12 ya que a esa hora por fin no había ni un alma cerca de la tienda, puso música a un nivel medio y escombro las reglas, metros y libretas que usaban sus compañeras y ella.
Todo iba bien hasta que escucho golpes en la puerta, volteo y vio un grupo de chicos bien vestidos, miró de reojo el reloj y faltaban 10 minutos para las 12.

-disculpen ya voy a cerrar, mañana pueden venir desde las ocho de la mañana- dio una sonrisa amable que hizo sonreír a un chico pelirosa

-entonces no crees capaz de atendernos antes de que cierres-

La voz del chico que había hablado la hizo sentir escalofríos y pudo ver un tatuaje en su garganta, involuntariamente empezó a temblar y recordó que entre sus compañeras se decía que cada cierto tiempo venía una organización a confeccionar sus trajes en esa tienda porque los resultados eran muy buenos, siempre creyó que era algo como una leyenda para asustar a las que elegían el turno de noche, pero ahora que los tenía enfrente se había pasmado del miedo.

-vamos no la asustes, regresaremos mañana- hablo un chico con una cicatriz en el ojo

-no, esta bien pueden pasar- no sabía si le podían hacer algo en el camino así que prefirió atenderlos.

El ambiente era pesado y trataba de no moverse torpemente, eran bastante altos y delgados, podía escuchar sus conversaciones y claramente evitaba verlos a los ojos hasta que llegó con el chico de cabello rosa al que involuntariamente se quedó viendo sus cicatrices.

-te gustan-

-so-son curiosas- dejó de verlo y comenzó con su labor, podía sentir la mirada del chico y su respiración sobre ella, cosa que la ponía más tensa

-coqueteando tan temprano sanzu-

Se escucho una leve risa en todos y se alejó de ellos para hacerles sus notas, dio el tiempo estimado y comenzaron a salir uno a uno, no sin antes agradecer en un tono que ella no supo descifrar. Cuando estuvo sola en el lugar se dejó caer detrás del escritorio y a respirar agitadamemte, jamás había tenido una experiencia como esa y sabía que los volvería a ver en casi un mes, como pudo se levantó y comenzó a cerrar el lugar, salió y vio una camioneta negra enfrente de la tienda con las ventanas abajo y el pelirosa despidiéndose con la mano, hizo el mismo ademán por lo bajo y comenzó a caminar a un ritmo acelerando hasta que estuvo lo suficientemente lejos para calmarse

𝙩𝙤𝙠𝙮𝙤 𝙧𝙚𝙫𝙚𝙣𝙜𝙚𝙧𝙨 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora