Hilos Compartidos

Catarsis

Unos días después de su sorpresa para Tweek, empezó a practicar con su guitarra una canción especial... la canción de ambos. Había buscado el instrumento en su armario, tuvo que limpiarla y cambiarle las cuerdas oxidadas. Estaba decidido a sorprender con algo nostálgico a su lindo ex.

Estaba tomando un breve descanso para seguir mirando tutoriales en youtube de como tocar la canción cuando tocaron a su puerta. Era su madre quien deseaba hablar con él.

—¿Cariño? Voy a pasar—advirtió y segundos después entró a la habitación—. Craig, sé que es tarde y que estás ocupado... pero tenemos que hablar.

—¿Justo ahora? —dijo, tomando su guitarra para seguir ensayando.

—Pues... sí, ahora —se sentó en la cama y suspiró. El peli negro rodó los ojos y se sentó al lado de su madre sin opción alguna—. ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido con tus relaciones amorosas? —le acarició los cabellos desordenados.

La pregunta le tomó por sorpresa, no la esperaba de ninguna manera. Sin embargo, sabía cuál era la respuesta.

—Bien... digo, mejorará sin duda... reconquistaré a Tweek y todo regresará a ser como antes —dijo, orgulloso.

La rubia escuchó tranquilamente a su hijo, suspirando y negando lentamente con la cabeza. Su hijo aún era muy inmaduro para entender que las cosas no debían regresar a ser como antes. Así nunca crecería como persona y menos como pareja. Pensó con calma cómo debía explicarle lo que quería aconsejarle.

—Craig... hijo mío, que quieras re conquistar a tu ex pareja no está mal... —dijo con amabilidad—. Pero querer regresar a como estaban antes... esa no debería ser tu meta, cariño—le acaricia el cabello negro azabache—.Tienes que aspirar a que tu relación sea mucho mejor, donde ambos sientan que ha valido la pena volver a intentarlo—le explica.

El menor mantiene el ceño fruncido, cualquiera diría que está enojado por el comentario de su madre, pero en realidad está tratando de entender lo que ella le dice.

—¿Ya te has disculpado por tu comportamiento con la familia Tweak? —le pregunta preocupada—. Elisa* me ha comentado que fuiste muy grosero con ellos y no solo una vez —dijo apenada.

El peli negro negó con la cabeza y suspiró profundamente. Comprendía de cierta forma que su madre tenía razón al decir que al volver con su ex las cosas debían ser mucho mejores para ambos.

—Comprendo lo que tratas de decirme, mamá... debo demostrar que he cambiado, pero... ¿y si falló? ¿Y si vuelvo a caer en los celos? —dijo preocupado y empezando a sentirse impotente.

—Mami estará aquí para ayudarte... y, quizás sea bueno que vayas a terapia —le acarició el rostro con amabilidad—. La transición de niño a adolescente no es fácil para todos y tus reacciones han sido un poco contraproducentes... necesitas ayuda para calmar y entender tus propias emociones y sentimientos —le explicó.

—Terapia... —sonrió al recordar la pequeña sesión que tuvieron Tweek y él hace algunos años—. Tienes razón... estaba tan obstinado en regresar con mi honey, que no pensé bien las cosas... —suspiró profundamente y sonrió—. Gracias, mamá... —abrazó a su progenitora quien gustosa respondió con el mismo afecto—. Dormiré y mañana mismo hablaré con el Sr. Mackey para iniciar lo más pronto una terapia contra los celos y la ira —dijo, entusiasta.

—Recuerda mi amado hijo que la terapia no es solo por el bien de tu relación... sino por tu propio bien —le guiñó el ojo feliz de ver a su hijo tan positivo con la idea que sugirió—. Oh, sería bueno que inicies tu cambio yendo a disculparte con los Tweak... somos muy unidos a esa familia por tu relación con su hijo —le pidió amablemente y el peli negro aceptó.