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- Mamá ya llegué, traje a un amigo ¿hay yakisoba?

- ¡Hola amigo de Kei! ¡Deben de estar en la alacena!- gritó la señora Baji desde algún lugar del departamento

- No te pregunte... ¿Te gusta el yakisoba?- preguntó el alfa mientras buscaba en la alacena

- Me encanta- respondió inmediatamente el rubio emocionado

- Perfecto, ve a mi habitación mientras yo las preparo, es la que está al fondo del pasillo

- Gracias Baji-san, te esperaré ahí.

- ¿Que es eso de Baji-san? Somos amigos, puedes decirme de otra manera

- Lo siento Baji-san...- se disculpó antes de entrar a la habitación del pelinegro

Baji siguió buscando en la alacena hasta que se dio por vencido, solo había un yakisoba, así que lo preparó para dárselo al rubio, después de todo era su invitado. Antes de entrar a su cuarto se soltó el cabello, se quitó los lentes y se aflojó la corbata y la camisa del uniforme, no soportaba vestirse así, pero según Mikey eso lo hacia más inteligente... y el pelinegro creía ciegamente en Mikey.

Al entrar se encontró con el rubio que miraba los mangas que tenía en su cuarto. Cuando se percató de la presencia del alfa inmediatamente volteó a verlo para decirle que compartían gustos en lo que leían, pero al verlo se quedó sin palabras.

- Baji...san...- fue lo único que salió de los labios del rubio que no paraba de mirarlo

El alfa se veía completamente diferente a cómo lo había visto hace unos momentos, sin toda esa facha de nerd incluso parecía un chico salvaje y rebelde. Eso sin contar que desprendía un aroma a menta fresca bastante fuerte, no podía negar que el alfa era bastante dominante.

- No me había dado cuenta y sólo quedaba una, así que la preparé para ti... - se disculpó apenado el alfa mientras le extendía el recipiente

- Nooo, es tuya, yo puedo comer una cuando llegue a casa - chilló el rubio regresándole el yakisoba

- No, eres mi invitado, así que comerás tú - está vez el alfa no estaba preguntando, sino ordenando.

- Podríamos... compartir- sugirió apenado el rubio

- ¡Que buena idea! - dijo emocionado el alfa, no se le había ocurrido eso

La tarde pasó entre pláticas por parte de ambos chicos, habían aprovechado el tiempo para conocerse y ni siquiera habían abierto un cuaderno. Hablaron y hablaron hasta que llegó la noche y la mamá del rubio lo llamó para regañarlo por no haber llegado a casa.

- Creo que me tengo que ir- mencionó el rubio después de colgar la llamada con su madre

- Te acompaño... - dijo el alfa mientras se levantaba del piso de su cuarto

- No te preocupes Baji- san, puedo ir solo.

- Solo es bajar tres pisos, vamos que también quiero conocer a tu madre

Ambos chicos bajaron rumbo al departamento del rubio mientras seguían hablando. Poco antes de llegar al departamento el alfa decidió preguntar algo un poco personal.

- Chifuyu, ¿Puedo preguntarte algo muy personal?- dijo con cautela el pelinegro

- Claro, Baji- san ahora es mi amigo, no tengo nada que ocultar

- ¿Estás seguro que eres beta?

La pregunta no desconcertó al rubio, ya que normalmente las personas solían pensar que era un omega, él también lo creía a veces, pero tenía casi 14 años y nunca había manifestado nada, por lo que empezó a vivir como un beta.

- Mi casta nunca se manifestó, así que sí... soy beta- dijo tranquilamente el rubio- además, si yo fuera un omega no te hubieras llevado bien conmigo

- Oye, también tengo muchos amigos omegas...

- ¿Cuántos? - preguntó curioso el rubio

- Tres- dijo apenado el alfa

- Con lo dominante que eres es normal que no te lleves bien con ellos... así que me alegra ser beta, así puedo estar cerca de Baji- san sin ningún problema.

La sonrisa del rubio fue tan sincera que hizo que el alfa se enterneciera, nunca pensó que aquel chico curioso pudiera ser tan increíble. Le agradaba haber hecho un nuevo amigo...

- Ya que estamos en la misma escuela... ¿podríamos ir juntos mañana?- pregunto el rubio antes de abrir la puerta del departamento

- Pero esta vez si me ayudas a estudiar después del colegio... yo pongo el yakisoba

- ¿Lo compartimos? - pregunto emocionado el rubio

- Claro que si...

El rubio abrió la puerta del departamento e inmediatamente se asomó una hermosa omega muy enojada, innegablemente era la madre del rubio ya que eran prácticamente idénticos.

- ¿En donde estabas? ¿Otra vez te metiste en peleas?...- el enojo de la omega pasó cuando vió que él chico venía con el pelinegro

- Hola señora... siento mucho la tardanza, pero su hijo estaba ayudándome a estudiar... soy Baji Keisuke y vivo en el quinto piso

- Ya veo... me alegra- fue lo único que dijo la rubia antes de que el pelinegro se despidiera

Ese día ambos chicos comenzaron una inocente amistad, lo que nunca imaginaron fue que uno de los dos se vería perjudicado muy pronto....

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2022 ⏰

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Mi alfa, Mi omega.   (Bajifuyu-Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora