CAPITULO 32

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—Hyung, ¿estas listo? —entré a la habitación que compartía con Tae Hyun, y lo vi de pie frente al espejo, observando su reflejo mientras mordia su labio inferior. Me acerqué hasta rodearlo por detrás, su cuerpo reaccionó y al instante tenía sus manos entorno a las mías— ¿Qué sucede?

Él negó.

—No es nada. Sólo me detuve a pensar por un momento. —éste sonrió de manera que mi corazón se agitaba, y era una sensación muy agradable. De no ser porque mamá nos esperaba, hubiera sucedido otra cosa. Pero sólo me límite a besarlo— Debemos irnos ya o tu madre nos regañara por llegar tarde.

Asentí, alejándome de él a regañadientes, y escuchando una melodiosa risa de su parte. Salimos del edificio para ir a mi auto, Tae Hyun se apresuró a subir y yo hice lo mismo. Nos colocamos los cinturones de seguridad, poniéndonos en marcha para ir a casa de mi madre.

Estuvo muy tranquilo el trayecto, y eso me preocupaba un poco. Veía a hyung jugar con el anillo que había comprado para ambos hace unos meses. Sí, él me había propuesto matrimonio, y con lágrimas en los ojos, acepté.

Fue algo sencillo, y hasta el momento nuestros amigos no lo saben. Después de que los padres de Tae Hyun me conozcan lo haremos oficial. Para ello, teníamos planeado irnos de viaje durante las vacaciones. Aunque sea por unos días.

—Hyung, te siento muy distante. —me queje, haciendo un mohín, él me miró frunciendo el ceño— ¿Estas nervioso por ver a mamá?

—No. Sólo... —fuimos interrumpidos por el sonido de su celular— disculpa.

Fruncí el ceño.

—¿Quién es? —le pregunte, cuando vi su expresión entre sorprendido y nervioso.

—Hola. ¿Por qué no estas durmiendo? Esa no es excusa —¿pero con quién demonios habla, y de esa manera tan melosa?— Ve a la cama, es muy tarde para... ¡me importa poco si son las ocho de la noche! Descansa, adiós.

Cuando se despidió no pude evitar frenar el auto bruscamente, haciendo que nuestros cuerpos se impulsen hacia delante. Tae Hyun me gritó, pero estaba tan molesto que mi mano apretaba el volante.

Escuché la voz de una mujer.

—¡¿Pero qué te pasa grandísimo idiota?! ¡Casi nos matas! —gritó eufórico. Lo mire severamente en silencio.

—¿Quién es esa mujer?

—No sé de que hablas. —refutó, poniéndome los pelos de punta.

—Kang Tae Hyun, he escuchado la voz de una mujer. —él permaneció callado, evitando mi mirada mientras se cruzaba de brazos— ¿Estás engañandome? —mi voz sonó apagada, de pronto veía un poco nublado, atemorizado por su respuesta.

No soportaba la idea de que él me engañara, no ahora, no cuando nuevamente le había dado mi corazón. Me negaba a abrir viejas heridas, y de sólo pensarlo, me faltaba el aire.

—De verdad estoy con un idiota. —gruñó, fijando su mirada en mi— ¿Me crees tan hijo de puta como para hablar con mi amante en tus narices? —yo no respondí, sólo negué— ¡¿Entonces?!

Parecía un cachorro asustado, simplemente, baje mi cabeza por los regaños de mi dueño.

—Pero escuché la voz de una mujer. —murmuré, escuchandolo suspirar.

—No te estoy engañando, amor. —dijo en un tono sutil mientras tomaba mi rostro y se acercaba a mí.— Confía en mí, ¿si? Ella no es alguien por el que debas preocuparte.

Entonces si es una mujer.

—¿No puedes decirme quién es? —él me besó por un largo tiempo, como si quisiera tranquilizarme, como si esperaba que con ese acto no le preguntará más, y luego sonrió.

LOVE ME - YEONBIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora